La economía llega a la mitad año con un crecimiento del 3,1% y un 2,8% más de empleo

La economía española sigue en fase claramente expansiva. El crecimiento en el segundo trimestre ha sido del 3,1%, nivel no alcanzado desde hace dos años. Gracias a ello, el empleo ha crecido un 2,8% casi un punto por encima de la previsión oficial. La causa de la aceleración económica está en la demanda interna y, en menor medida, en el sector exterior. El consumo continúa tirando con fuerza (2,9%, cota no alcanzada desde 1992); pero, sobre todo, crece la inversión (3,3%). La destinada a construcción ha aumentado un 0,4%, después de un año de retrocesos.

El resultado del segundo trimest...

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La economía española sigue en fase claramente expansiva. El crecimiento en el segundo trimestre ha sido del 3,1%, nivel no alcanzado desde hace dos años. Gracias a ello, el empleo ha crecido un 2,8% casi un punto por encima de la previsión oficial. La causa de la aceleración económica está en la demanda interna y, en menor medida, en el sector exterior. El consumo continúa tirando con fuerza (2,9%, cota no alcanzada desde 1992); pero, sobre todo, crece la inversión (3,3%). La destinada a construcción ha aumentado un 0,4%, después de un año de retrocesos.

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El resultado del segundo trimestre del año ratifica el despegue económico que arrancó de la segunda mitad del pasado año. Desde entonces, la economía española ha avanzado un punto. Según publicó ayer Estadística, se ha pasado de un crecimiento del 2,1% del segundo trimestre de 1996 hasta el 3,1% del segundo trimestre de 1997, todo ello en relación al mismo periodo del año anterior.Este último resultado coloca a tiro de piedra la consecución del objetivo oficial para este año. En los Presupuestos de 1997 figuraba una previsión de crecimiento económico medio del 3%, pero recientemente ha sido revisada al 3,2%. Queda medio año por delante, pero nadie espera malas noticias al respecto.

El principal mérito de este escenario es que la aceleración económica se consigue con una inflación más baja de lo previsto. Inicialmente se estimó un 2,6%, después se revisó al 2,2% y en agosto pasado se situó en un 1,8%. Y la mejor consecuencia es que el empleo ha aumentado un 2,8% en el segundo trimestre , dos décimas más que en el primero y por encima del 2% previsto para todo el año.La demanda interna (consumo e inversión) cobra un mayor protagonismo como motor de la economía. Su aportación al crecimiento económico en el segundo trimestre ha sido de 2,1 puntos, cuatro décimas más que en el primero. La demanda externa (exportaciones e importaciones) ha contribuido con un punto, dos décimas menos que en el primer trimestre del año.

A toda máquina

Dentro de la demanda interna, el consumo privado sigue a toda máquina. Su crecimiento en el segundo trimestre ha sido del 2,9%, dos décimas más que en el trimestre anterior, a un nivel desconocido desde hace cinco años y muy cerca del objetivo oficial (3%), un dato que puede incidir en la inflación y a la larga a la bajada de tipos. El consumo de bienes no duraderos, en especial vestido y calzado, se ha acelerado; el de bienes duraderos ha perdido ritmo; y el de servicios se mantiene estable.

Pero la inversión privada es la que mayor avance ha registrado en el segundo trimestre. Su crecimiento ha sido del 3,3%, con un avance de 1,4 puntos en relación al trimestre anterior y 2,7 puntos respecto de un año antes. La inversión, no obstante, se encuentra aún lejos del objetivo oficial (4,4%) y de los niveles registrados hace dos años (9,4%).

La costrucción es la principal lacra, aunque el resultado del segundo trimestre del año muestra signos alentadores. Su crecimiento ha sido de apenas el 0,4% pero es la primera vez desde hace un año que sale del túnel. Se parte de cuatro trimestres seguidos con variaciones negativas. La inversión en bienes de equipo ha crecido un 7,9%, cuatro décimas más que en el trimestre anterior y dos puntos más que un año antes.El sector exterior refleja a su vez el tirón de la demanda interna. Las exportaciones han crecido (11,6%) por encima de las importaciones (7,8%), pero las compras españolas al exterior' han registrado un mayor avance en relación al trimestre anterior. En el caso de las importaciones la aceleración es de ocho décimas, mientras que en el de las exportaciones hay un retroceso de una décima.

Por el lado de la oferta, es significativa la fuerte desaceleración en el valor añadido aportado por la agricultura (1,3% de crecimiento en el segundo trimestre). No obstante, hay que tener en cuenta que el listón está muy alto, ya que este sector crecía a un ritmo del 25% hace un año.

Por el contrario, tanto las ramas industriales como las del sector servicios aumentan su ritmo de avance a una velocidad acorde con el crecimiento económico general. El valor añadido de la industria ha crecido un 4,4% sin contar la construcción. Este sector no varía, lo que ya es mucho habida cuenta del comportamiento negativo que arrastraba desde hace un año.

De la construcción está tirando en la actualidad la edificación no residencial y la rehabilitación de viviendas. Por el contrario, la obra pública sigue con tasas de evolución negativas aunque ha registrado ligeras mejoras, mientras que la construcción residencial ha tocado suelo.

El sector servicios ha crecido a un ritmo del 2,9%, lo que supone mejorar poco a poco las tasas de un año antes (2,3%). Los servicios de mercado (privados) han aumentado un 4,1%, mientras que lo no destinados a la venta (públicos) han caído un 0,9%. Estadística se permite afirmar que "las limitaciones presupuestarias en materia de remuneración de los asalariados públicos no permiten ser muy optimistas sobre la evolución futura de este agregado".

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