Sancristóbal reconoce que pago siéte millones de sobresueldo a Roldán

Julián Sancristóbal , exsecretario de la Seguridad del Estado en el Ministerio del Interior, gratificó a Luis Roldán con siete millones de pesetas cuando éste ocupaba el puesto de delegado del Gobierno en Navarra, según declaró ayer ante el tribunal que juzga el caso. El testigo dijo también que además hizo a Roldán un préstamo de 60 millones, y aseguró que durante su mandato se abonaban a algunos cargos del ministerio sobresueldos en concepto de "plus de peligrosidad". "A mí me dieron 25 millones" dijo.

El ex director de la Guardia Civil había declarado en la vista que durante los años...

Julián Sancristóbal , exsecretario de la Seguridad del Estado en el Ministerio del Interior, gratificó a Luis Roldán con siete millones de pesetas cuando éste ocupaba el puesto de delegado del Gobierno en Navarra, según declaró ayer ante el tribunal que juzga el caso. El testigo dijo también que además hizo a Roldán un préstamo de 60 millones, y aseguró que durante su mandato se abonaban a algunos cargos del ministerio sobresueldos en concepto de "plus de peligrosidad". "A mí me dieron 25 millones" dijo.

El ex director de la Guardia Civil había declarado en la vista que durante los años que fue delegado del Gobierno en Navarra, entre 1982 y 1986, recibió siete millones de pesetas anuales por este concepto. Y ayer, su amigo personal Julián Sancristóbal lo ratificó. "Es cierto que yo en una o dos ocasiones le entregué esas cantidades. Y él no era el único. Lo hice con el conocimiento y autorización del ministro José Barrionuevo y del señor Vera [Rafael]".Sancristóbal, que reconoció ante el tribunal ser amigo personal de Roldán; de su mujer, Blanca Rodríguez-Porto, y de Elisa Rodríguez, a la que contrató de secretaria -todos ellos procesados-, aseguró que durante su etapa como secretario de Estado de Interior abonaba esas gratificaciones por peligrosidad a los directores de la Guardia Civil y la policía, así como a los gobernadores civiles.

"Barrionuevo y Vera. lo han negado en esta sala", le recordó el abogado del Estado Luis Sala. "Si dejamos de lado la semántica de si eran gratificaciones o sobresueldos manifiesto rotunda y tajantemente que sí se hicieron. En mi etapa eran anuales y no mensuales", contestó el testigo. "¿Y continuó usted con esas prácticas cuando ocupaba su cargo?", insistió Sala. "Por supuesto", espetó el testigo. Sancristóbal está imputado en la causa que se sigue por el uso irregular de los fondos reservados y procesado por el secuestro de Segundo Marey.

Pero Sancristóbal no sólo pagó a Roldán gratificaciones millonarias, también le entregó, entre 1989 y 1990, un total de 60 millones de pesetas, aunque en concepto de préstamo personal.

Según documentación bancaria consultada por EL PAÍS, en diciembre de 1990 Roldán y su segunda esposa tenían en su cuenta suiza un saldo de 461.970.000 pesetas y un. año antes la cifra superaba los 200 millones. ¿Por qué Roldán pedía un préstamo si manejaba en esas fechas centenares de millones?

Fuentes consultadas por EL PAÍS aseguran que Sancristóbal y Roldán hicieron negocios juntos. Eso explicaría porqué en las fichas encontradas en la caja fuerte del segundo en el banco CBI-TDB de Ginebra, donde Jorge Esparza anotó toda la contabilidad del cobro de confusiones, aparecen las iniciales J. S., que pudieran corresponder a Julián Sancristóbal. Junto a esas iniciales se lee: "Nissan 90, 30 millones de pesetas; Induyco 90, 20 millones de pesetas". La Nissan vendió 1.000 vehículos a la Guardia Civil durante la etapa Roldán e Incluyco miles de uniformes para los 70.000 agentes del cuerpo. Sancristóbal niega que esas iniciales sean las suyas. Junto a las mismas aparecían también las de G. U. (Gabriel Urralburu) y A. A. (Antonio Aragón), ex dirigentes socialistas navarros procesados asimismo por presunto cohecho.

Sancristóbal cobró más de 100 millones de pesetas de la Citroën por un supuesto trabajo de seguridad, que según su versión realizó para la empresa francesa antes de las Olimpiadas de Barcelona. La Citroën facturó ese dinero a una sociedad suiza de Roland Costacurta, el mismo testaferro suizo utilizado en 1994 por Roldán para simular la venta de sus casas en París y San Bartolomé.

Por su parte, Luis Roldán Cimorra, hijo del procesado, no supo explicar al tribunal con qué dinero compró un piso en Madrid y realizó ampliaciones millonarias en la sociedad Europe Capital S. L., donde figuraba como accionista junto a su padre., Tenía entonces 20 años y ningún ingreso personal. Tampoco explicó porqué figuraba como apoderado de una de las cuentas suizas de su padre.