Inseguridad entre los testigos protegidos en causas de violencia en el País Vasco

La quema esta semana de la furgoneta de uno de los testigos protegidos cuyo testimonio fue utilizado para condenar a dos jóvenes de Jarrai en un caso de violencia callejera y la sustracción el 5 de mayo de una pieza judicial en la Audiencia de Bilbao, incluida en una causa del denominado terrorismo de baja intensidad, ha puesto en cuestión la viabilidad de la Ley de Seguridad de Peritos y Testigos. La preocupación se extiende ante las amenazas y agresiones que se están produciendo.En el segundo caso, que afectó a la seguridad de tres ertzainas, los sindicatos policiales denunciaron algo...

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La quema esta semana de la furgoneta de uno de los testigos protegidos cuyo testimonio fue utilizado para condenar a dos jóvenes de Jarrai en un caso de violencia callejera y la sustracción el 5 de mayo de una pieza judicial en la Audiencia de Bilbao, incluida en una causa del denominado terrorismo de baja intensidad, ha puesto en cuestión la viabilidad de la Ley de Seguridad de Peritos y Testigos. La preocupación se extiende ante las amenazas y agresiones que se están produciendo.En el segundo caso, que afectó a la seguridad de tres ertzainas, los sindicatos policiales denunciaron algo que se ha vuelto a poner de manifiesto con la quema de la furgoneta: se ha producido un "descrédito general para cualquier tipo de colaboración en base a la Ley de Protección de Testigos", en palabras del sindicato independiente de la Ertzaintza ERNE.

Frente a esta visión más crítica, fuentes del Departamento de Interior del Gobierno vasco indicaron que incidencias de este tipo en la aplicación de esta ley "son mínimas", aunque reconocen que situaciones como las descritas anteriormente "perturban la aplicación de la ley".

El Departamento que dirige Juan María Atutxa considera que la situación en los juicios de violencia callejera ha "mejorado en los últimos tiempos por la aplicación de esta ley". "La colaboración ciudadana es mucho mayor y más perceptible, no sólo en la aplicación de la ley de testigos, sino en la colaboración directa de los ciudadanos en las propias comisarías de la Ertzaintza".

Es cierto que la aplicación de la ley de protección de testigos -las veces que ha sido admitida, ya que en algunas ocasiones los jueces niegan a los agentes policiales utilizar esta herramienta para permanecer en el anonimato- incide en el ánimo de las personas para declarar por este tipo de violencia. Pero también es cierto que en poblaciones pequeñas, donde todo el mundo se conoce, incidentes como la quema de una furgoneta de un testigo protegido no animan a la gente a comparecer ante los tribunales para declarar contra los integrantes de comandos Y.

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