Arenas tranquiliza a CiU y niega al PNV el traspaso de la cuota de formación del Inem

El Gobierno quiere tranquilizar a CiU y a los sindicatos, pero a costa de su segundo socio, el PNV. Ayer, el ministro de Trabajo, Javier Arenas, expresó su oposición tajante a la reclamación estrella del PNV en este curso político, cuyo rechazo, según advirtió su presidente, Xabier Arzalluz, llevaría emparejada la retirada del apoyo a los Presupuestos. Arenas se opone a que el Gobierno vasco recaude y gestione la cuota de formación continua del Inem, solicitada por Arzalluz a José María Aznar en su largo encuentro del mares en La Moncloa. Arenas se limitó a ofrecer ayer al Gobierno vasco el mi...

El Gobierno quiere tranquilizar a CiU y a los sindicatos, pero a costa de su segundo socio, el PNV. Ayer, el ministro de Trabajo, Javier Arenas, expresó su oposición tajante a la reclamación estrella del PNV en este curso político, cuyo rechazo, según advirtió su presidente, Xabier Arzalluz, llevaría emparejada la retirada del apoyo a los Presupuestos. Arenas se opone a que el Gobierno vasco recaude y gestione la cuota de formación continua del Inem, solicitada por Arzalluz a José María Aznar en su largo encuentro del mares en La Moncloa. Arenas se limitó a ofrecer ayer al Gobierno vasco el mismo nivel de competencias en materia del Inem que el raspasado a la Generalitat catalana: sólo las políticas activas, nada de dinero.

La última pugna de los socios nacionalistas del Gobierno por sus reclamaciones se ha saldado, de momento, a favor de CiU y en contra del PNV. El martes, en el encuentro en La Moncloa, Aznar prometió a Arzalluz que estudiaría su última reclamación: la cesión a Euskadi de la re 9udación y gestión de la formación continua del Inem, que representa un 0,1% de las nóminas de los trabajadores. No le garantizó al líder del PNV nada más que el inicio de las conversaciones. Ayer, Arenas se apresuraba a anticipar cuál será el final: no habrá traspaso.El Gobierno de Aznar, ante la fuerte presión procedente de los sindicatos y CiU, formación que anunció que, si Aznar cedía al Gobierno vasco la formación continua del Inem, la Generalitat la reclamaría al día siguiente, ha optado por rechazar, por el momento, la reivindicación vasca. En una reunión celebrada el miércoles entre el vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, y el consejero de la Presidencia de la Generalitat, Xavier Trias, éste recibió garantías de que el Ejecutivo vasco no alcanzaría un techo superior al conseguido por el catalán en materia del Inem. El portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, volvió ayer sobre el tema y aseguró, para tranquilizar a CiU, que el Gobierno no tiene prioridad de diálogo con el PNV. "En unas materias hay diálogo fluido con unos y en otras con otros, conforme a lo que son sus reivindicaciones", dijo.

En cualquier caso, en medios próximos a los nacionalistas vascos se recuerda que una actitud similar mantuvo el Gobierno de Aznar ante la renovación del Concierto Económico de Euskadi y el Cupo Vasco y, al final, cedió.

El ministro de Trabajo se encargó ayer, tras la sesión del Consejo de Ministros, de dar forma al discurso político de Cascos. Dijo a los periodistas que el Gobierno, "en su compromiso electoral y político no comparte territorializar las cuotas de formación en el plano político", aunque admitió que los nacionalistas vascos tienen unos argumentos jurídicos para plantearlo y el Gobierno otros, en sentido contrario. Continuidad del diálogo

Arenas, aun así, se curó en salud y ofreció diálogo al PNV. El ministro de Trabajo sabe que la reclamación y gestión por el Gobierno vasco de la cuota de formación del Inem es la reclamación estrella del PNV de este curso político y que incluso su presidente, Xabier Arzalluz, ha amenazado con no garantizar su apoyo a los Presupuestos de 1998 mientras Aznar no adquiera un compromiso político en esta materia. "Dialogar, siempre, y el Gobierno va a oír las razones del PNV, pero que se sepa que no está en nuestra posición política y en nuestro compromiso ese traspaso de cuotas", dijo Arenas.

La continuidad del diálogo, reiterada por Arenas, alimenta las esperanzas del PNV, pese a que las razones políticas le son hostiles en este momento. El Ministerio de Administraciones Públicas anunció el miércoles que trabaja ya en un dictamen jurídico sobre la reclamación del PNV. Los nacionalistas vascos basan su demanda en la singularidad del Estatuto de Gernika en materia laboral. Es el único autonómico que reconoce para su comunidad la ejecución de la legislación laboral.

Pero, además, ampara su reclamación en una sentencia del Constitucional de 1989, que señala que la cesión de esta cuota del Inem no afecta a la caja única de la Seguridad Social. El PNV comparte con el Gobierno que los traspasos tienen un límite que no puede sobrepasarse: la ruptura de esa caja única. Sin embargo, existe una segunda sentencia del Constitucional, de diciembre de 1996, sobre la Ley de Infracciones de la Seguridad Social, que apunta en sentido contrario al que argumenta el PNV; esto es, que la cuota de formación sí afecta a la integridad de la caja única. A ella se refirió ayer Arenas al anunciar su negativa.

El ministro está, a su vez, fuertemente presionado por los sindicatos, que ya han adelantado a través de algunos de sus líderes, entre ellos el secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, que la cesión de la formación continua supondría una ruptura de la caja única y que perjudicaría los intereses de los trabajadores. Gutiérrez estimó en 8.000 millones la cifra de recaudación que conseguiría el Gobierno vasco, aunque Arzalluz en ningún momento ha puesto el acento en la cifra económica, sino en el grado de soberanía que supone para el Ejecutivo autónomo la satisfacción de esta reclamación.