El volcán obliga a evacuar totalmente la isla caribeña de Montserrat
Las 5.000 personas -casi la mitad de la población original- que quedaban en la isla caribeña de Montserrat, de soberanía británica, comenzaron ayer a ser evacuadas ante el peligro de "posible erupción cataclísmica" del volcán de La Soufrière. Según el observatorio de la vecina isla de Guadalupe, la cúpula volcánica continuaba ayer creciendo y seguía la fuerte actividad sísmica."Es una evacuación ordenada y la gente no está zarpando en grupos numerosos", señaló ayer un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. Un destructor de la Marina británica, el Liverpool, que llegó a la zona e...
Las 5.000 personas -casi la mitad de la población original- que quedaban en la isla caribeña de Montserrat, de soberanía británica, comenzaron ayer a ser evacuadas ante el peligro de "posible erupción cataclísmica" del volcán de La Soufrière. Según el observatorio de la vecina isla de Guadalupe, la cúpula volcánica continuaba ayer creciendo y seguía la fuerte actividad sísmica."Es una evacuación ordenada y la gente no está zarpando en grupos numerosos", señaló ayer un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. Un destructor de la Marina británica, el Liverpool, que llegó a la zona el pasado lunes, coordina la evacuación, en la que participan navíos mercantes y transbordadores. Los barcos se dirigen a Guadalupe y Antigua.
"Allí se alojarán temporalmente", dice la ministra de Desarrollo, Clare Short. "Luego les ayudaremos, ya sea para ir al Reino Unido o para instalarse en otros lugares".
Los 5.000 residentes se habían congregado desde el pasado lunes en la parte septentrional de la isla, en condiciones muy precarias, como último bastión a salvo de la erupción. Muchos se manifestaron el pasado martes ante la casa del gobernador para pedir una solución a su incertidumbre y fueron disueltos por la policía.
Los expertos creen evidente que incluso el norte está en peligro. El futuro de la isla es sombrío. El volcán se cobró la vida de 19 personas en junio pasado y obligó a abandonar la semiderruida capital, Plymouth. Otras localidades más pequeñas fueron evacuadas el pasado fin de semana y cerrado el aeródromo. El turismo está paralizado hace meses.