Bono pone fin a la guerra del agua con un acuerdo con Tocino y Zaplana

Igual que arrancó un acuerdo a Fomento sobre la autovía Madrid-Valencia para cruzar el Cabriel, el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, ha logrado un compromiso con la ministra de Medio Ambiente y el presidente de la Comunidad Valenciana sobre el río Júcar. Con este pacto concluye una, guerra desatada en La Mancha -tras firmar un convenio Zaplana y Tocino-, en la que el PSOE dijo que en materia hidráulica el PP "era peor que los Gobiernos de Franco" y el PP tachó a Bono de "buhonero electoralista".

"Si ha habido acuerdo es porque se han atendido las demandas de Castilla-La Manch...

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Igual que arrancó un acuerdo a Fomento sobre la autovía Madrid-Valencia para cruzar el Cabriel, el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, ha logrado un compromiso con la ministra de Medio Ambiente y el presidente de la Comunidad Valenciana sobre el río Júcar. Con este pacto concluye una, guerra desatada en La Mancha -tras firmar un convenio Zaplana y Tocino-, en la que el PSOE dijo que en materia hidráulica el PP "era peor que los Gobiernos de Franco" y el PP tachó a Bono de "buhonero electoralista".

"Si ha habido acuerdo es porque se han atendido las demandas de Castilla-La Mancha, respetando el derecho en plena igualdad de los. usuarios de la Comunidad Valenciana", afirmó ayer con satisfacción el consejero portavoz del ejecutivo de Castilla-La Mancha, Máximo Díaz Cano, sin dar mas detalles.Díaz Cano reconoció que entre las demandas aceptadas se incluyen las dotaciones para regar, las 50.000 hectáreas del Canal de Albacete y la Manchuela Centro, declaradas de interés nacional en 1989. "Se atiende esa demanda y otras", puntualizó, tras afirmar que "nadie ha cedido más que nadie y ha habido acuerdo porque todo el mundo sale ganando cediendo algo en una negociación lograda en reuniones mantenidas por la titular de Medio Ambiente, Isabel Tocino, y el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono.

El próximo día 6 se reunirá en Valencia el Consejo del Agua de la Confederación del Júcar. para aprobar el plan hidrológico de esta cuenca, el último que queda pendiente. Posteriormente se remitirá al Consejo del Agua, que aún no ha informado sobre los ocho aprobados con anterioridad.

Por su parte, el presidente regional del PP, Agustín Conde, afirmó ayer después de conocerse el acuerdo, que éste no es sólo entre Castilla-La Mancha y el Ministerio de Medio Ambiente, sino "entre las comunidades autónomas afectadas, los usuarios del río Júcar, y entre las empresas eléctricas (Iberdrola será indemnizada). Castilla-La Mancha es una parte del conjunto y no es un acuerdo bilateral".

El acuerdo se cerró ayer noche en la sede del Júcar en Valencia, informa Federico Simón. Según Conde, recoge. "esencialmente" la propuesta presentada a principios de este mes a la ministra por el PP de Castilla-La Mancha, aunque rehuyó ofrecer detalles. En ese documento se cuantificaban las necesidades hídricas de esta región en relación al Júcar entre 550 y 600 hectómetros cúbicos anuales de agua [quedan rebajadas]; las transformaciones en regadío de 11989, la recarga de acuíferos y el abastecimiento de Cuenca y Albacete, así como la regularización de los pozos ilegales, en la cabecera del Júcar que han mermado su caudal aguas abajo.

Conde destacó que "el Gobierno del PP ha puesto fin a las guerras del agua" gracias, en su opinión, a que en el PP "tenemos un concepto de España alejado del abertzalismo". El dirigente popular pidió ayer a Bono que "pida disculpas públicamente" a Isabel Tocino después de que las cortes regionales la declararan ministra non grata para Cástilla-La Mancha", comunidad de la que es diputada (Toledo).

Este episodio de enfrentamiento por el uso del agua del Júcar estalló tras la firma en enero de un convenio entre Isabel Tocino y Eduardo Zaplana para paliar las históricas deficiencias hídricas de los valencianos mediante interconexiones desde el Júcar al Vinalopó y la Marina Bajá de Alicante, entre otras inversiones, valoradas en 68.800 millones de pesetas.

Bono entendió que. ese convenio sobre una parte de la cuenca hidrográfica hipotecaba los usos del agua en su cabecera y condicionaba el plan del Júcar antes de estar aprobado. Las protestas contra el convenio convocaron en Albacete la mayor manifestación de su historia.

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