Le presento a la dama

A raíz de mi artículo Es barato (El PAÍS, 14 de julio), Aurelio Arteta me interpela por hablar de "los derechos de Vasconia". Según él, "nadie conoce a esa dama" y, además, es peligrosísimo hablar de sus derechos, porque eso excluye los derechos de "los vascones de carne y hueso" (!).Por si hiciera falta, le presento a tal dama, por Arnaud Oihenart (siglo XVII), cuyo gran libro se llama Notitia utriusque Vasconiae (es decir, de la ibérica y de la aquitana), y por José Miguel de Azaola (felizmente vivo), una de cuyas obras, excelente también, se titula ...

A raíz de mi artículo Es barato (El PAÍS, 14 de julio), Aurelio Arteta me interpela por hablar de "los derechos de Vasconia". Según él, "nadie conoce a esa dama" y, además, es peligrosísimo hablar de sus derechos, porque eso excluye los derechos de "los vascones de carne y hueso" (!).Por si hiciera falta, le presento a tal dama, por Arnaud Oihenart (siglo XVII), cuyo gran libro se llama Notitia utriusque Vasconiae (es decir, de la ibérica y de la aquitana), y por José Miguel de Azaola (felizmente vivo), una de cuyas obras, excelente también, se titula Vasconia y su destino (Madrid, 1972). Yo no he mencionado para nada la política. Sólo he hablado de "un pueblo y una cultura", que deseo perduren, con riqueza y pluralidad, cualesquiera que sean las vicisitudes histórico-administrativas. Y no entiendo que ese deseo vaya a ir en contra de los derechos individuales.-