LA LUCHA CONTRA ETA

"Soy de HB, que ETA venga a por mí"

Una vecina de Ermua, hermana de una activista muerta al manejar una bomba, condena el crimen.

"Me llamo Teresa Múgica y soy de Herri Batasuna; si ETA quiere más víctimas, yo vivo en el número siete de la calle Iparraguirre de Ermua". Dos portales más abajo de donde vivía Miguel Angel Blanco hasta que ETA lo mató.Teresa Múgica tiene 48 años, dos hijos y el recuerdo amargo de su hermana Marisol, que murió en abril de 1991, destrozada por la bomba que preparaba para cometer un atentado en Sestao. Teresa Múgica tiene vergüenza, pena, y también miedo. Vergüenza por lo que han hecho " unos desalmados de una organización terrorista a la que apoya mi partido", dice. Pena porque conocía a Migue...

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"Me llamo Teresa Múgica y soy de Herri Batasuna; si ETA quiere más víctimas, yo vivo en el número siete de la calle Iparraguirre de Ermua". Dos portales más abajo de donde vivía Miguel Angel Blanco hasta que ETA lo mató.Teresa Múgica tiene 48 años, dos hijos y el recuerdo amargo de su hermana Marisol, que murió en abril de 1991, destrozada por la bomba que preparaba para cometer un atentado en Sestao. Teresa Múgica tiene vergüenza, pena, y también miedo. Vergüenza por lo que han hecho " unos desalmados de una organización terrorista a la que apoya mi partido", dice. Pena porque conocía a Miguel Ángel y " era un chico majísimo". Y miedo: "Yo iba todas las mañanas al bar Txalaparta de Ermua para tomar café con los amigos, que también son simpatizantes de HB; gente encantadora, porque no todos los del partido son malos. Pero mañana no iré, tengo miedo de que los míos no me acepten después de lo que estoy diciendo".

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Ya nada será igual en Ermua. Ni para los del bando de Teresa ni para los demás. Muchos comercios amanecieron ayer -el primer día de trabajo después del asesinato- con un pasquín en la puerta. Decía: "Después de lo ocurrido, nuestras vidas han cambiado. Entre todos vamos a cambiar las de los que apoyan a los asesinos. Todo el que conozca comercios que apoyen a HB, que no les compren absolutamente nada. Todos juntos podremos hundirles tanto como ellos nos han hundido a nosotros". Los vecinos saben que los dueños de tres bares, una mercería, una cafetería y una panadería alardean de ser de HB y se alegran de los golpes de ETA. El alcalde, el socialista Carlos Totorica, tiene miedo de que manifestaciones de este tipo, aunque espontáneas -el papel está firmado por "los amigos y vecinos de Migel Angel"- puedan llegar demasiado lejos. "No quiero caza de brujas", dice, "sólo deseo que ETA y HB sepan que el rechazo va a ser contundente y masivo, pero pacífico".

Teresa Múgica, nada más saber del secuestro de Miguel Ángel, se ofreció al alcalde para "lo que hiciera falta". Igual que la mayoría de los vecinos. Pero, por venir de donde venía, sorprendió más. "He vuelto a revivir la muerte de mi hermana" explica. "Ella pertenecía al grupo Iraultza [afín a ETA] y nosotros no lo sabíamos. Nunca se lo perdoné a ETA. Durante mucho tiempo pensé que muchas de las posiciones de HB estaban bien. Ahora no, ¡se han pasado!". Y Teresa Múgica se emociona: "Que nadie se engañe. A ese chico lo secuestraron para matarlo. No sé lo que está buscando ETA".

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