Legionarios confinados entre el sol y la playa

Por si la muerte aparece, sentencia un rótulo colocado en una cocina de campaña en la que se afánan a mediodía, limpiando pollos y patatas, tres legionarios de la X Bandera, destacada en Albania. La diana ha sonado a las cuatro de la mañana para preparar el desayuno a los casi 350 soldados más los observadores electorales de la OSCE, hoy bajo su protección. "Nuestra misión ha sido sacarlos de aquí de madrugada hacia sus puestos de trabajo y será traerlos sanos y salvos cuando acaben", resume el comandante Adelardo Garzón. La base que alberga a las tropas españolas y a un reducido contin...

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Por si la muerte aparece, sentencia un rótulo colocado en una cocina de campaña en la que se afánan a mediodía, limpiando pollos y patatas, tres legionarios de la X Bandera, destacada en Albania. La diana ha sonado a las cuatro de la mañana para preparar el desayuno a los casi 350 soldados más los observadores electorales de la OSCE, hoy bajo su protección. "Nuestra misión ha sido sacarlos de aquí de madrugada hacia sus puestos de trabajo y será traerlos sanos y salvos cuando acaben", resume el comandante Adelardo Garzón. La base que alberga a las tropas españolas y a un reducido contingente Italiano está en una playa, frecuentada este domingo abrasador por algunos bañistas, a unos cien kilómetros al norte de Tirana.Sólo unos pocos vehículos en el terreno cercado. "Los blindados y los todoterreno están todos fuera, vigilando la jornada electoral y dando escolta a los observadores", explica el teniente coronel Enrique Alonso, que manda la fuerza. La bandera, que llegó en abril al país balcánicó desde Ronda, tiene asignada la cobertura de una quinta parte del territorio albanés, su abrupta franja norte, lindante con Montenegro y Serbia. Para la ocasión, los militares españoles -sólo dos mujeres del cuerpo médico entre ellos- han organizado un complejo sistema de comunicaciones que les permitirá una alerta inmediata ante cualquier posible incidente.

Los legionarios, que se han ganado la confianza y el réspeto de la población local, forman parte de una fuerza multinacional de 6.000 soldados encabezada por Italia y despachada por la ONU a Albania para garantizar el control de las vías de comunicación y la distribución deayuda llumanitaria. Su salida está prevista para mediados del mes de agosto. Mientras tanto, su régimen de vida es monacal y, gracias a sus instalaciones, virtualmente autosuficiente. El partido Barcelona-Betis es la comidilla del día. "Lo más duro de la misión es tener que estar confinados en la base", explica el comandante Garzón.

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