Contentar al patrón

Asturias Iimita la navegación en sus rios salmoneros para proteger y fomentar la pesca, como pidió Álvarez Cascos

El Gobierno de Asturias, del PP, acaba de aplicar severas limitaciones a la navegación y ha prohibido la práctica de actividades de ocio, como el rafting y el hidrospeed, en sus ríos salmoneros. El Principado lo justifica como una medida necesaria para proteger la pesca del salmón, uno de los grandes patrimonios y estandartes turísticos de Asturias, pero no prohíbe pescar. Para la oposición, que ha advertido de los graves perjuicios para las empresas dedicadas al turismo fluvial, la medida responde al afán de agradar al vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, quien...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Gobierno de Asturias, del PP, acaba de aplicar severas limitaciones a la navegación y ha prohibido la práctica de actividades de ocio, como el rafting y el hidrospeed, en sus ríos salmoneros. El Principado lo justifica como una medida necesaria para proteger la pesca del salmón, uno de los grandes patrimonios y estandartes turísticos de Asturias, pero no prohíbe pescar. Para la oposición, que ha advertido de los graves perjuicios para las empresas dedicadas al turismo fluvial, la medida responde al afán de agradar al vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, quien ejerce un gran ascendiente sobre el PP asturiano.Álvarez Cascos, pescador avezado, aprovechó la apertura de la temporada del salmón, el pasado 2 de marzo, para reclamar, en pleno cauce del río Sella, la restricción de prácticas deportivas en los cursos salmoneros del Principado. "Lo que pido es que no se permita circular indiscriminadamente a las canoas. Los piragüistas nunca han sido problema, pero el alquiler de lanchas que circulan río abajo resulta pernicioso", reclamó Cascos, y lo reiteró después en una nueva incursion, caña en ristre, por los ríos de la comunidad.

El consejero de Agricultura de Asturias, Luis Peláez, rechazó las imputaciones de la oposición. "Nosotros queremos que los ríos más significativos sigan siendo salmoneros. ¿En qué río del mundo se practica a la vez la pesca del salmón, el rafting y el hidrospeed? En ninguno". Y sostuvo en el Parlamento que la opinión de Cascos es la de un pescador más.

Las limitaciones incluyen la prohibición total en los ríos salmoneros del rafting (descenso en balsas en aguas bravas) y del hidrospeed (descenso sobre una especie de trineo acuático). El resto de las excursiones y deportes fluviales quedan limitados a determinadas fechas y tramos.

Los pescadores apoyan al Ejecutivo asturiano. Javier Loring Armada, presidente de la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, reclama del Ministerio de Medio Ambiente una normativa para que en determinados ríos, como en los salmoneros, "prevalezca la pesca deportiva sobre la navegación". "Los navegantes tienen mucho sitio y muchas aguas donde navegar sin causar perjuicios. Pero los salmones son un bien escaso y España cuenta con muy pocos ríos salmoneros. Los de Asturias son únicos en Europa. Además, los salmones son animales salvajes y hay que garantizarles reposo y tranquilidad en el medio en el que viven", sostiene Loring. Y agrega que no se opone a la práctica del piragüismo, "pero una cosa son los piragüistas deportivos, con los que nunca hemos tenido problemas, y otra muy distinta un grupo de 50 colegiales, vestidos de amarillo, chapoteando en el agua. La indignación de los pescadores es general".

Para los empresarios del turismo fluvial el sentimiento es de inquietud. "Nuestra actividad se remonta al año 90 y nunca tuvimos problemas, hasta este año, justo tras las declaraciones del vicepresidente Cascos, que es cuando han endurecido esas disposiciones", asegura Ricardo Soto Zaragoza, presidente de la Asociación de Empresas Turísticas de Navegación en Río.

"Nuestra actividad", agrega, "es totalmente ecológica y no afecta en ab soluto a los salmones. El verdadero daño a la fauna la hacen los pescadores. Nosotros no sacamos del río ni truchas ni salmones. En ríos salmoneros de Canadá, Estados Unidos, Noruega y Escocia se admite la navegación en ocasiones. No estamos ante un problema medioambiental, sino ante un conflicto de intereses entre dos colectivos. Es una situación absurda porque sólo se trata de proteger las prebendas de un sector, el de los pescadores, atacando con virulencia a unas empresas a las que la propia Administra ción subvencionó y alentó como complemento de la oferta turística de la región".

En los ríos asturianos operan 33 empresas de alquiler de embarcaciones, que emplean a unas 150 personas y facturan unos 200 millones de pesetas al año. En el Sella, uno de los ríos salmoneros más característicos del Principado y pionero del piragüismo en España, hay 16 empresas, con una media anual de 50.000 clientes y 100 millones de pesetas de volumen de negocio.

Archivado En