"El festín cultural más apetitoso de Europa"

...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Figuras de reconocido prestigio procedentes de distintas partes del mundo suelen aceptar de muy buen grado las invitaciones de las universidades españolas para que aporten su grano de arena en alguno de los cursos estivales. La mayoría acude a los centros con más tradición o los que cuentan con mayor número de cursos y presupuesto.Es el caso de la Complutense o la Menéndez Pelayo. En esta última, los alumnos apenas cabían en el paraninfo que el verano pasado albergó el curso impartido por el arquitecto británico Norman Foster (en el que expuso su polémico proyecto de ampliación del Museo del Prado, no presentado a concurso), mientras que el psiquiatra Luis Rojas Marcos dedicaba las escasas horas libres en las que no se encontraba impartiendo sus lecciones a atender las más de diez peticiones diarias de entrevistas que llovían desde diversos medios de comunicación.

Más información

Mientras, en la Complutense, Hugh Thomas, el historiador británico 'que contribuyó a que los españoles descubrieran la historia de su propia guerra civil, se sorprendía de la visión interdisciplinar y el carácter abierto de los cursos de verano españoles y los calificó como "el festín cultural más apetitoso de Europa". Thomas explicaba la comparación de estas convocatorias, de un carácter distendido, pero sin perder el rigor, con los cursos más formales y ceñidos al currículo de las propias universidades que se organizan en otros países.

En pleno Pirineo aragonés tampoco faltaban los halagos de buena parte de los alumnos extranjeros hacia los tradicionales cursos de español para extranjeros que lleva organizando la Universidad de Zaragoza en Jaca desde 1927.

Archivado En