Cardenal responde con un "viva la libertad" a las críticas a su nombramiento como fiscal del Estado

El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, juró ayer su cargo ante el Rey en el palacio de la Zarzuela, y posteriormente tomó posesión en la sede del Tribunal Supremo, donde zanjó con contundencia las preguntas sobre la polémica que ha rodeado su nombramiento: "Cada uno ha reflejado en los medios de comunicación lo que ha pensado. Pues muy bien, viva la libertad". Mientras Cardenal tomaba posesión, el Ministerio de Justicia comunicaba a la fiscalía de la Audiencia Nacional el traslado forzoso de la fiscal María Dolores Márquez de Prado.

El nuevo fiscal del Estado señaló que aún no ti...

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El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, juró ayer su cargo ante el Rey en el palacio de la Zarzuela, y posteriormente tomó posesión en la sede del Tribunal Supremo, donde zanjó con contundencia las preguntas sobre la polémica que ha rodeado su nombramiento: "Cada uno ha reflejado en los medios de comunicación lo que ha pensado. Pues muy bien, viva la libertad". Mientras Cardenal tomaba posesión, el Ministerio de Justicia comunicaba a la fiscalía de la Audiencia Nacional el traslado forzoso de la fiscal María Dolores Márquez de Prado.

El nuevo fiscal del Estado señaló que aún no tiene fijadas sus prioridades -"acabo de aterrizar", dijo- y agregó que no tiene fecha prevista para convocar al Consejo Fiscal que debe elegir al nuevo fiscal jefe de la Audiencia Nacional.Cardenal fue apadrinado por el teniente fiscal, José Aparicio Calvo-Rubio, y se sentó junto a la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo, encabezada por el presidente del alto tribunal, Javier Delgado Barrio. Al acto asistieron la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, y altos cargos de las carreras fiscal y judicial. También estuvo el fiscal del Estado cesante, Juan Ortiz Úrculo, que el próximo viernes se reincorporará a su antiguo puesto de fiscal del Tribunal Constitucional, a las órdenes del jefe y del teniente fiscal de dicho órgano.

Previamente, a las diez de la mañana, Cardenal juró su cargo ante el rey Juan Carlos en un acto celebrado en el Palacio de La Zarzuela al que acudió José María Aznar. Cardenal se acercó a una mesa sobre la que había abiertos un ejemplar de la Biblia, otro de la Constitución y un crucifijo y juró con la mano sobre la Biblia.

Paralelamente, el Ministerio de Justicia notificaba en mano al fiscal jefe en funciones de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, el traslado forzoso de la fiscal Márquez de Prado por su actitud de "acritud y excesos" hacia jueces y tribunales. La fiscal, que había abandonado la Audiencia a las dos de la tarde, regresó precipitadamente veinte minutos después.

El traslado forzoso tendrá efectos inmediatos desde el mismo momento en que Fungairiño lo notifique a la fiscal. Según fuentes de Justicia, Márquez de Prado tendrá que dejar su despacho en la Audiencia y quedará a disposición de la Fiscalía General del Estado hasta que se decida su nuevo destino.

Por otra parte, ayer llegaron a Justicia los recursos de los fiscales Ignacio Gordillo y Pedro Rubira, sancionados ambos con 50.000 pesetas por haber permitido que sus alumnos realizasen dictámenes en procesos tramitados en la Audiencia.

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El traslado, de Márquez de Prado puede poner fin a la crisis en la Audiencia Nacional, que estalló el pasado 9 de enero con la remoción fulminante del fiscal jefe, José Aranda, por orden de Úrculo, tras una inspección en la fiscalía del citado órgano judicial que revelaba faltas cometidas por algunos de los fiscales de la Audiencia.

Aranda mantenía graves discrepancias desde tiempo atrás con este grupo de fiscales a causa de la oposición de éstos a la presentación de la querella contra Mario Conde por el caso Banesto. La plaza de Aranda permanece vacante tras el fallido intento de Úrculo de colocar a Luis Poyatos, un candidato que no fructificó tras conocerse su vinculación a una secta de ultraderecha.

En contraste con la inmediata remoción de Aranda la resolución de los expedientes disciplinarios abiertos a Márquez de Prado, Fungairiño, Rubira y Gordillo se retrasó hasta el 10 de abril, para saldarse con una orden de traslado para Márquez de Prado y multas para sus compañeros. Al día siguiente, el fiscal Gordillo amenazó con la petición de traslado del resto de los expedientados si su compañera era expulsada.

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