Aparecen las emisoras robadas a los bomberos de Getafe

Las cuatro emisoras portátiles de los bomberos de Getafe (143.000 habitantes) robadas el martes aparecieron a última hora del miércoles en un contenedor de la plaza de Jiménez Díaz después de que la Policía Local consiguiera identificar a los supuestos autores del hurto. Al saberse descubiertos, los chavales optaron por guardar los cuatro walkies en una bolsa de plástico e informar a los bomberos de su paradero. El juez que lleva el caso cuenta con toda la información relativa a estos hechos, aunque no ha cursado ninguna orden de arresto.La resolución de esta insólita peripecia fue posi...

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Las cuatro emisoras portátiles de los bomberos de Getafe (143.000 habitantes) robadas el martes aparecieron a última hora del miércoles en un contenedor de la plaza de Jiménez Díaz después de que la Policía Local consiguiera identificar a los supuestos autores del hurto. Al saberse descubiertos, los chavales optaron por guardar los cuatro walkies en una bolsa de plástico e informar a los bomberos de su paradero. El juez que lleva el caso cuenta con toda la información relativa a estos hechos, aunque no ha cursado ninguna orden de arresto.La resolución de esta insólita peripecia fue posible gracias a una triquiñuela de la Policía Local. Los agentes hicieron creer a los presuntos ladronzuelos que ya no prestaban la menor atención a sus comunicaciones, y los muchachos, confiados, terminaron llamándose a través de las ondas por sus nombres o apodos reales. Hasta ese momento de relajación habían estado ocultando celosamente sus identidades bajo los sobrenombres de Alfa, Crestas, Tito Wally y Akai.

Concluye así un rocambolesco episodio que dejó durante 36 horas a los 40 profesionales del parque de bomberos local sin su principal instrumento para comunicarse entre sí en caso de siniestros de envergadura. Los jovencitos habían aprovechado que las instalaciones carecen de cualquier tipo de cerradura para colarse en ellas y arramblar con los walkies. "No tenemos portero automático, ni cerrojo, ni un miserable pestillo. Nos cogieron las emisoras igual que podían haberse llevado un camión", se lamentó uno de los efectivos del parque.

El jefe de la banda que sustrajo los aparatos a primera hora de. la mañana del martes ha resultado ser un chaval de 17 años con varios antecedentes -un apuñalamiento incluido- en su haber. El grupo lo completaban otros cuatro adolescentes, entre ellos una mujer.

Bromas

Estos jóvenes se pasaron todo el martes "de puro cachondeo" con las emisoras, confesó el jefe de. la Policía Local, Gabriel López. "No paraban de decir tonterías del tipo 'Charly 1 en posición Alfa a Charly 2 en posición Beta' o 'Tito llamando a Crestas', pero su juego era un verdadero fastidio". Bomberos y policía trataron de convencerles, sin éxito, de que devolvieran los aparatos "por las buenas". Nada.

En una segunda fase, la policía probó a tirar de intuición. Un agente se calzó el chándal y las zapatillas deportivas y se lanzó a hacer ejercicio por todo el barrio de Juan de la Cierva, convencido de que los responsables de la travesura serían vecinos de este barrio. Tampoco hubo suerte. Al final, la táctica del despiste obró mucho mejores resultados. "En cuanto oímos sus nombres, no hubo más que hablar con los directores de los institutos de la zona. Y los conocían, en efecto", afirma una fuente policial. Después, a la chica se le hizo creer que las conversaciones con sus compañeros habían sido grabadas.

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