De Vega cree que seguirá hasta la sentencia

José Augusto de Vega, presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, calcula que la vista del caso Marey comenzará en la segunda quincena de octubre de este año o, a más tardar, en noviembre. De Vega cree que, además, "no es previsible que esta vista dure más de 20 días". ¿Qué ocurrirá si se prolonga más y llega el 1 de diciembre, fecha en la que De Vega cumple 70 años y, por lo tanto, se jubila como magistrado y abandona la presidencia de la Sala Segunda? De Vega lo tiene claro: "Se prorrogará mi mandato hasta que se dicte sentencia, de lo que ya hay precedente en el Consejo Gener...

José Augusto de Vega, presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, calcula que la vista del caso Marey comenzará en la segunda quincena de octubre de este año o, a más tardar, en noviembre. De Vega cree que, además, "no es previsible que esta vista dure más de 20 días". ¿Qué ocurrirá si se prolonga más y llega el 1 de diciembre, fecha en la que De Vega cumple 70 años y, por lo tanto, se jubila como magistrado y abandona la presidencia de la Sala Segunda? De Vega lo tiene claro: "Se prorrogará mi mandato hasta que se dicte sentencia, de lo que ya hay precedente en el Consejo General del Poder Judicial".La Sala Segunda sabe que, para los acusados, mientras más tarde se celebre el juicio será mejor, y también que las acusaciones pedirán numerosas diligencias, lo que hará peligrar la celebración de la vista, según las previsiones de su presidente. De Vega reafirma que los 12 magistrados están "muy unidos" en lo que se refiere al necesario protagonismo de la vista oral y la disposición a rechazar innecesarias prolongaciones de la instrucción ya concluida por el juez Eduardo Móner. La resolución de los recursos todavía pendientes contra las decisiones del juez Móner no retrasará la tramitación de la causa, según estima De Vega. Algunos magistrados de la Sala Segunda son partidarios de que se encarguen a Móner aquellas diligencias de difícil realización durante la vista o que obligarían a suspenderla. Otros, por el contrario, creen que todas las pruebas pendientes pueden practicarse en la vista oral, por lo que, dado que ya está concluido el sumario, sería dilatorio reabrir la instrucción para anticiparlas y luego repetirlas en la vista.