Obras Públicas ofrece a los constructores suelo para levantar y explotar 600 viviendas sociales

El Ejecutivo regional, del PP, ofrecerá un nuevo negocio a inversores y promotores privados. Les cederá suelo para la construcción de 600 viviendas sociales destinadas a familias con ingresos inferiores a 150.000 pesetas mensuales. A cambio, los constructores recibirán anualmente y por un periodo de 20 años una cantidad fija por el alquiler de todo el inmueble. Los privados actuarán de caseros y tendrán un cliente muy solvente: el Instituto de la Vivienda de Madrid, que alquilará el edificio y lo realquilará posteriormente a las familias más necesitadas.

Con este plan, el Gobierno de A...

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El Ejecutivo regional, del PP, ofrecerá un nuevo negocio a inversores y promotores privados. Les cederá suelo para la construcción de 600 viviendas sociales destinadas a familias con ingresos inferiores a 150.000 pesetas mensuales. A cambio, los constructores recibirán anualmente y por un periodo de 20 años una cantidad fija por el alquiler de todo el inmueble. Los privados actuarán de caseros y tendrán un cliente muy solvente: el Instituto de la Vivienda de Madrid, que alquilará el edificio y lo realquilará posteriormente a las familias más necesitadas.

Con este plan, el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón consolida su política de aplazar el pago de las grandes obras durante muchos años para resolver así los actuales apuros financieros de la Comunidad.El Ejecutivo madrileño inició su captación de dinero privado para la causa pública hace dos meses, cuando aprobó un sistema para llevar el tren a Arganda sin pagar, de golpe, los 18.000 millones necesarios. Este dinero será adelantado por un grupo de empresas adjudicatarias del tramo ferroviario Vicálvaro-Arganda, entre ellas Metro, que explotarán la línea durante 30 años y cobrarán un canon por viajero transportado.

Después, el consejero de Obras Públicas cocinó una fórmula legal que le permitirá construir 84 kilómetros de carreteras y financiarlos en 20 años mediante el pago de una tasa a los concesionarios privados por la utilización de la vía.

Y ahora se ha lanzado con una receta parecida que permitirá adjudicar suelos a empresas privadas durante 10 o 20 años -esta detalle aún no se ha precisado- a cambio de que construyan bloques de pisos que serán alquilados por el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) a familias con ingresos inferiores a 150.000 pesetas al mes. Cuando caduque la concesión, los inmuebles revertirán al Ivima.

Con estos métodos de financiación, el Ejecutivo de Ruiz-Gallardón ha evitado gastar 80.000 millones de pesetas en esta legislatura. Ese dinero lo tendrán que pagar, año a año, los sucesivos Gobiernos regionales que salgan de las elecciones que se tendrán que celebrar en la Comunidad desde 1999 hasta el 2025. El equipo que gobierne entre el año 2025 y el 2029 deberá pagar, por ejemplo, el último plazo del tren de Arganda.

La izquierda regional torpedea este sistema: "La Comunidad se resentirá en los próximos años al tener que pagar todos estos inventos", vaticina.

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Desbordados por la demanda

El consejero de Obras Públicas adelantó ayer que el nuevo método para financiar viviendas privadas permitirá construir un 50% más de pisos que con la fórmula pública pura que hasta ahora se aplicaba. El gerente del Ivima, Juan José Franch, lo explica así: "La demanda de pisos es absolutamente desbordante, por lo que nuestra principal obsesión es hacer viviendas como podamos".Tan "desbordante" es la demanda que al último concurso para adjudicar 352 viviendas, localizadas en Valdebernardo, el Camino Alto de San Isidro y Palomeras, se han presentado más de 22.000 solicitudes.

El consejero de Obras Públicas confía en el éxito de su iniciativa. "Las opiniones que hemos recabado son favorables. Nuestros análisis jurídicos y económicos, también. Y, además, no se sabe si el proyecto es bueno hasta que se intenta".

Cortés reconoce que ninguna empresa está dispuesta a perder dinero cuando se embarca en una aventura inmobiliaria. A continuación, asegura que las viviendas no le costarán más caras al Ivima con este sistema. "Las constructoras tendrán que afinar más y no ocurrirá como ahora, que los pisos que hace el Ivima acaban costando más de lo previsto inicialmente porque se retrasan y hay que hacer modificados que encarecen la obra".

Además, el consejero de Obras Públicas cuenta con la buena coyuntura económica para mostrar su optimismo: "Hay más ganas de trabajar que trabajo. Hay más potencial económico que suelo para construir, y para una empresa es mejor tener trabajo que no tenerlo, y tener ingresos garantizados que no tener nada".

El Ivima tiene previsto sacar a concurso este mismo año suelos en Pavones y Valdebernardo (en los distritos de Vicálvaro y Moratalaz) y en las localidades de Leganés y Alcalá de Henares para ensayar el nuevo sistema.

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