El acuerdo dará estabilidad laboral, según Nueva Izquierda

De la necesidad, virtud. El acuerdo social entre patronal y sindicatos es para Diego López Garrido, secretario federal de Nueva Izquierda, una necesidad. Porque, en caso de que no se llegase a un acuerdo, López Garrido tiene la certeza de que el Gobierno del PP terminaría por profundizar a peor la reforma laboral de 1994.Así que el diálogo social es necesario y positivo. La virtud está en que con el futuro pacto los sindicatos logran introducir la estabilidad para los sectores más desprotegidos del mercado laboral, fundamentalmente, los jóvenes.

El líder de Nueva Izquierda salió en defe...

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De la necesidad, virtud. El acuerdo social entre patronal y sindicatos es para Diego López Garrido, secretario federal de Nueva Izquierda, una necesidad. Porque, en caso de que no se llegase a un acuerdo, López Garrido tiene la certeza de que el Gobierno del PP terminaría por profundizar a peor la reforma laboral de 1994.Así que el diálogo social es necesario y positivo. La virtud está en que con el futuro pacto los sindicatos logran introducir la estabilidad para los sectores más desprotegidos del mercado laboral, fundamentalmente, los jóvenes.

El líder de Nueva Izquierda salió en defensa de las centrales obreras y, sin citar a nadie, arremetió contra los dirigentes de la coalición a la que pertenece, Izquierda Unida, contrarios al acuerdo: "Quienes atacan a los sindicatos desde la izquierda", dijo, "olvidan que el esfuerzo sindical está frenando un aumento de la precariedad en el mercado de trabajo".

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López Garrido aseguró que la reforma laboral de 1994 ha fracasado como elemento generador de empleo. "Sólo el diálogo social", dijo, "puede rectificar aquellos efectos". En su opinión, la propuesta sindical, "no es un retroceso, sino un avance y por ser un avance choca con los sectores más reaccionarios de la patronal".

Pero no sólo con sectores de la patronal. Aunque la coalición Izquierda Unida no se ha querido pronunciar oficialmente, las negociaciones de los sindicatos han sido objeto de duras descalificaciones por una parte de la dirección de IU.

Los informes presentados en sus órganos de dirección han insistido en la crítica a la actitud negociadora de CC OO y UGT. El propio coordinador general, Julio Anguita, no se ha recatado en mostrar su rechazo a las propuestas de las centrales sindicales, por entender que en ellas no se recogen las posiciones de su organización.

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