Hallada materia orgánica en planetas en formación

El Instituto Nacional de las Ciencias y el Universo (INSU) de Francia anunció ayer el descubrimiento de ocho tipos de moléculas orgánicas, como las que pudieron generar la vida en la Tierra, en los anillos protoplanetarios que rodean dos estrellas jóvenes en la nube del Toro, a 450 años luz de la Tierra. Las estrellas nacen por agregación de materia en enormes nubes de gas y polvo, al tiempo que se genera un disco protoplanetario alrededor de la estrella en el que pueden formarse planetas similares a los del Sistema Solar.Las dos estrellas, estudiadas por Anne Dutrey, Stéphane Guilloteau y Mic...

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El Instituto Nacional de las Ciencias y el Universo (INSU) de Francia anunció ayer el descubrimiento de ocho tipos de moléculas orgánicas, como las que pudieron generar la vida en la Tierra, en los anillos protoplanetarios que rodean dos estrellas jóvenes en la nube del Toro, a 450 años luz de la Tierra. Las estrellas nacen por agregación de materia en enormes nubes de gas y polvo, al tiempo que se genera un disco protoplanetario alrededor de la estrella en el que pueden formarse planetas similares a los del Sistema Solar.Las dos estrellas, estudiadas por Anne Dutrey, Stéphane Guilloteau y Michel Guélin, del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM), son DM Tau y GG Tau, ambas pertenecientes a la categoría de estrellas T Tauri, jóvenes y de débil masa. Entre las moléculas orgánicas descubiertas hay de monóxido de carbono, ácido cianhídrico, ácido isocianhídrico, monosulfuro de carbono y formaldehido.

El radiotelescopio de 30 metros del IRAM detectó hace tres años un disco de gas alrededor de DM Tau, estrella de cinco millones de años y con una masa equivalente a 0,65 veces la del Sol. Investigaciones posteriores permitieron identificar su disco molecular, que se extiende sobre 120.000 millones de kilómetros, y del disco de polvo, de 12.000 millones de kilómetros de radio. GG Tau es más joven, con 500.000 años, y está formada por dos estrellas en rotación, que han permitido la creación de una cavidad de 27.000 millones de kilómetros de radio alrededor de ambos, debido a las fuerzas de marea provocadas por el doble astro.

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