NUEVO FRENTE EN LOS BALCANES

Un general destituido dirige el comité rebelde de Gjirokaster

El general del Ejército albanés Agim Gozhita, destituido por el presidente Safi Berisha hace 18 meses, preside desde ayer el comité rebelde de 15 miembros de la localidad de Gjirokaster, la plaza militar más importante del sur de Albania, que cayó en poder de los insurrectos el sábado. Gozhita, de 40 años y natural de Gjirokaster, era el comandante de la guarnición local antes de ser expulsado del Ejército.La máxima autoridad rebelde de Gjirokaster hizo ayer un llamamiento al orden y exigió a los jóvenes que devolvieran las armas robadas. "Se han acabado los tiroteos. Los menores de 18 ...

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El general del Ejército albanés Agim Gozhita, destituido por el presidente Safi Berisha hace 18 meses, preside desde ayer el comité rebelde de 15 miembros de la localidad de Gjirokaster, la plaza militar más importante del sur de Albania, que cayó en poder de los insurrectos el sábado. Gozhita, de 40 años y natural de Gjirokaster, era el comandante de la guarnición local antes de ser expulsado del Ejército.La máxima autoridad rebelde de Gjirokaster hizo ayer un llamamiento al orden y exigió a los jóvenes que devolvieran las armas robadas. "Se han acabado los tiroteos. Los menores de 18 años no pueden llevar armas. Los comercios abrirán su puertas y aquellos que cometan saqueos serán castigados", advirtió el general ante 1.500 personas concentradas en la plaza principal de la localidad.

La celebración de la toma de Gjirokaster por los rebeldes, la noche del sábado al domingo, acabó a tiro limpio y produjo un muerto y tres heridos. La oficina de aduanas fue incendiada mientras los rebeldes y numerosos residentes se apoderaron de miles de armas de la base militar.

Gozhita pidió que regresaran los más de cien soldados que escaparon antes de la llegada de los rebeldes y se hallan ocultos en las montañas colindantes. Gjirokaster, una localidad montañosa de 22.000 habitantes, cayó en poder de los insurrectos después del fracaso del intento del presidente Berisha de enviar una unidad de comandos a bordo de helicópteros. La captura de Gjirokaster consolida la posición de los rebeldes en él suroeste de Albania.

Al menos 20 carros de combate en poder de los sublevados circulan por el territorio entre Saranda y Gjirokaster, mientras que el arsenal capturado en Tepelene les ha dado dos docenas de piezas de artillería pesada.

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