Clinton lanza una cruzada antidrogas
El Gobierno estadounidense quiere dedicar 16.000 millones de dólares (2,3 billones de pesetas) a la lucha contra la droga, 800 millones más de lo que está gastando este año. La Casa Blanca, que recibió serias críticas durante la campaña electoral por su supuesta indiferencia ante el aumento del consumo de marihuana entre los jóvenes, trata de contrarrestar esa imagen. Clinton aseguró ayer que su estrategia antidrogas tiene como objetivo "la seguridad de los jóvenes" y que la sociedad norteamericana no tiene "otra prioridad más urgente".
"El problema no se ha creado de la noche a la ...
El Gobierno estadounidense quiere dedicar 16.000 millones de dólares (2,3 billones de pesetas) a la lucha contra la droga, 800 millones más de lo que está gastando este año. La Casa Blanca, que recibió serias críticas durante la campaña electoral por su supuesta indiferencia ante el aumento del consumo de marihuana entre los jóvenes, trata de contrarrestar esa imagen. Clinton aseguró ayer que su estrategia antidrogas tiene como objetivo "la seguridad de los jóvenes" y que la sociedad norteamericana no tiene "otra prioridad más urgente".
"El problema no se ha creado de la noche a la mañana, y por lo tanto no se va a resolver de la noche a la mañana", reconoció Clinton, que presentó una estrategia para el próximo decenio basada en cinco puntos. En primer lugar, se trata de "mantener a los jóvenes apartados del daño que causan las drogas". Para ello, se dedicarán 175 millones de dólares de los presupuestos (más tros 175 que deberían ser aportados por fuentes privadas, sugirió el presidente) a financiar campañas nacionales en los medios de comunicación dirigidas a los chicos de 10 o 12 años, para su formación hasta que cumplan los 20, y a los padres y adultos."Todos deberíamos enfurecernos cuando cualquier chico es presa de las drogas, la violencia o los malos tratos, y deberíamos utilizar nuestro enfado para entrar en acción", declaró Clinton. En su opinión, hay una clara relación entre el incremento de la delincuencia juvenil -cuando descienden los índices generales de criminalidad- y el aumento de un 150% en el consumo de drogas entre los chicos de 13 y 14 años.
Clinton anunció que Estados Unidos intensificará sus esfuerzos para sellar las fronteras al narcotráfico, aunque reconoció que es muy difícil detectar y neutralizar, entre los cientos de millones de personas y de toneladas de mercancías, el millón de toneladas de drogas que entra en el país: "Nuestra tarea es frenarlo sin lesionar el libre tráfico comercial".
La propuesta de presupuesto de 1998, adelantó Clinton, incluye nuevas partidas para mejorar "el control de la violencia, las drogas y la criminalidad" en la frontera con México. El presidente valoró positivamente los programas de siembras alternativas en los países productores -"en Perú el cultivo de coca ha disminuído en un 18%"- y dijo que en el próximo decenio Washington quiere "eliminar por completo el cultivo de coca para consumo ilegal".
Otro gran objetivo es reducir la violencia y los delitos relacionados con las drogas. Un millón de estadounidenses es detenido anualmente por violar las leyes sobre consumo y tráfico de estupefacientes: el 75% del crecimiento de la población reclusa se debe a esas detenciones. Clinton lamentó que la construcción de cárceles en EE UU vaya más deprisa que la de universidades. La propuesta presidencial de presupuesto incluye mayores dotaciones para sanciones alternativas no penitenciarias de los delitos de drogas en los que no haya habido violencia.
Clinton también prometió más dinero y pidió más esfuerzos para suavizar las consecuencias humanas de la drogodependencia: en Estados Unidos hay más de 3,6 millones de adictos y 14.000 muertos al año. Además, un tercio de los infectados de sida lo son a través de las drogas.