Tribuna:

¿Por qué Lleida y no Ourense?

Dos cuestiones monopolizan prácticamente el correo de los lectores de EL PAÍS en Galicia que llega al departamento del Defensor del Lector: la cartelera de espectáculos de la edición que se distribuye en esa comunidad autónoma, que, según señalan, contiene más errores de los tolerables, y el tratamiento de los topónimos de algunas provincias gallegas y de sus respectivas capitales. En cuanto a la primera, el Defensor del Lector ha hecho cuanto está en su mano poniendo esas quejas en conocimiento de los responsables de la confección de la cartelera. Es de esperar que a estas fechas esos errores...

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Dos cuestiones monopolizan prácticamente el correo de los lectores de EL PAÍS en Galicia que llega al departamento del Defensor del Lector: la cartelera de espectáculos de la edición que se distribuye en esa comunidad autónoma, que, según señalan, contiene más errores de los tolerables, y el tratamiento de los topónimos de algunas provincias gallegas y de sus respectivas capitales. En cuanto a la primera, el Defensor del Lector ha hecho cuanto está en su mano poniendo esas quejas en conocimiento de los responsables de la confección de la cartelera. Es de esperar que a estas fechas esos errores hayan desaparecido. La segunda cuestión deja entrever un cierto y no explicitado agravio comparativo con Cataluña. ¿Por qué Lleida y no Ourense?, vienen a decir los lectores que escriben sobre este asunto al Defensor del Lector.Francisco Barcia y Anxo Iglesias, de Vigo, consideran una incongruencia denominar por sus topónimos gallegos a la mayor parte de las poblaciones de Galicia y no hacer lo mismo en el caso de La Coruña y Orense. "¿A qué se debe este dislate? ¿Hay alguna consigna en contra de la denominación legal en gallego en estos dos casos concretos?", preguntan. Advierten, sin embargo, que en la Guía de España que EL PAÍS viene publicando los fines de semana estas dos provincias y sus respectivas capitales son designadas por su nombre gallego, lo cual hace más "chocante" que en el diario se las siga nombrando en castellano. "Como no querernos", concluyen, "que todo sea crítica, aplaudimos que las localidades de Cataluña aparezcan en catalán y que Lleida y Girona se designen siempre así". En el mismo sentido se pronuncian otros lectores, uno delos cuales (María José Bermúdez, de la localidad coruñesa de Carral) observa también esa supuesta incongruencia sobre la designación de las poblaciones gallegas en la cartelera de espectáculos.

A estos lectores hay que decirles, en primer lugar, que EL PAÍS, según establece el Libro de estilo, se escribe en castellano y que la regla general "es que no se deben usar palabras de otras lenguas, incluidos el catalán, él gallego y el vascuence, mientras existan sinónimos en castellaño". Claro que, como sucede con toda regla, existen excepciones, una de las cuales se refiere precisamente a los nombres de las poblacio-¡nes. En este caso, la regla -una excepción a su vez de la regla general- es que estos nombres "deberán escribirse según la grafia aceptada oficialmente por el correspondiente Gobierno autónomo, que no siempre es la castellana". Sin embargo, el Libro de estilo establece una nueva excepción a esta regla al determinar que, no obstante, deben escribirse en castellano "los nombres de todas las comunidades autónomas, regiones, provincias o capitales de provincia. Por ejemplo, se escribirá 'Cataluña', y no 'Catalunya'; 'Alava', y no 'Araba'; 'Orense', y no 'Ourense". Pero en medio de esta cascada de excepciones ha sobrevenido últimamente una más al establecer el Libro de estilo que "Lér,ida y Gerona se escribirán según la grafia catalana (es decir, Lleida y Girona)".

¿Por qué, pues, Lleida y Girona, y no A Coruña y Ourense? Se debe, en primer lugar, a una modificación legal: desde 1992, la denominación oficial única para las dos provincias catalanas y sus respectivas capitales es Lleida y Girona. El Par lamento discutió y aprobó entre finales de 1991 y principios de 1992 una proposición de ley que reconoce la oficialidad de los topónimos catalanes y per mite el uso no oficial de la deno minación castellana. Como consecuencia de esta ley, los au tomóviles matriculados en la provincia de Girona cambiaron las iniciales de las placas de GE por GI. Lluís Bassets, director adjunto de EL PAÍS, señala también una motivación social. "Prácticamente", dice, "todos los medios de comunicación con sede en Cataluña, e incluso con sede en Madrid, pero con difusión en Cataluña, fueron adoptando progresivamente la toponimia catalana a partir del cambio introducido por ley en el Parlamento. EL PMS, que cuenta con una importante edi ción en Cataluña, no podía ser ajeno a los cambios legales -aunque no tenga fuerza obli gatoria para un medio de co municación privado- y a los cambios sociales". Éstas fueron las razones que llevaron a la dirección de! EL PAÍS a,introducir en la undécima edición del Libro de estilo (abril de 1996) las denominaciones de Lleida y Girona, en vez de Lérida y Gerona, especificando, no obstante, que las reglas sobre el uso de topónimos españoles no castellanos noaféctan a los artículos de opinión ni a las colaboraciones literarias.

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En el caso de Galicia, según informa al Defensor del Lector el corresponsal de EL PAÍS en, Santiago de Compostela, Xosé Hermida, "el Parlamento gallego hace tiempo que aprobó una iniciativa enviada al Congreso de los Díputados para que declare oficial la denominación gallega de las provincias de Orense y La Coruña, pero la propuesta no ha sido de.momento sometida a debate y votación". La Ley de Normalización Lingüística de 15 de junio de 1983 oficializó los topónimos gallegos, pero las provincias son parte de la Administración central y su denominación sólo puede ser variada.por un acuerdo de las Cortes. De darse esa condición en el futuro, es probable que los lectores que reclaman la denominación de La Coruña y Orense según la grafía gallega (es decir, A Coruña y Ourense) obtengan satisfacción. La decisión corresponderá, en todo caso, a la dirección de EL PAÍS.

Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector o telefonearle al número (91) 337 78 36.

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