La Comunidad resucita el 'Leguidú' con la biblioteca más grande de la región
El hipermercado cultural que los socialistas proyectaron en la vieja fábrica de cervezas El Aguila (en el distrito de Arganzuela) ha salido del dique seco. El consejero de Educación, Gustavo Villapalos, ya ha aprobado el proyecto arquitectónico para convertir una parte de la vieja fábrica en la mayor biblioteca de la Comunidad de Madrid. Resucita así una obra que el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, enterró hace tres meses cuando declaró en la Asamblea de Madrid: "Teníamos dos opciones, resucitar el Leguidú [nombre con el que se conoce popularmente al proyecto de gran centro cultura...
El hipermercado cultural que los socialistas proyectaron en la vieja fábrica de cervezas El Aguila (en el distrito de Arganzuela) ha salido del dique seco. El consejero de Educación, Gustavo Villapalos, ya ha aprobado el proyecto arquitectónico para convertir una parte de la vieja fábrica en la mayor biblioteca de la Comunidad de Madrid. Resucita así una obra que el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, enterró hace tres meses cuando declaró en la Asamblea de Madrid: "Teníamos dos opciones, resucitar el Leguidú [nombre con el que se conoce popularmente al proyecto de gran centro cultural de la cervecera] o resucitar el Círculo de Bellas Artes. Y opté por la segunda".
La Comunidad decidió entonces asumir el pago del 50% de la financiación del Círculo de Bellas Artes para convertir este agonizante espacio en el "hito cultural de la ciudad", según Ruiz-Gallardón. Su gobierno ha decidido ahora invertir 2.000 millones de pesetas (300 millones de los cuales se gastarán este año en el comienzo de las obras) para construir la mayor biblioteca de la Comunidad de Madrid, excepción hecha de la Biblioteca Nacional, que depende del Ministerio de Educación y Cultura.El almacén dé libros de Arganzuela tendrá 9.950 metros cuadrados (el triple que cualquier biblioteca de distrito), distribuidos en tres edificios, uno de ellos de nueva planta, y los otros dos rehabilitados.
Este complejo podrá guardar 2,5 millones de volúmenes en los próximos 20 años. La biblioteca del Leguidú se encargará del depósito legal en la Comunidad. Un ejemplar de todo lo que se publique en Madrid, en cualquier soporte (desde un libro hasta un CD-ROM), deberá ser depositado en el nuevo centro de Arganzuela, que sustituirá al que existe actualmente en la calle de Azcona, y que desde hace años se ha quedado pequeño. Tan pequeño que muchos de sus fondos están guardados en un almacén del municipio de Camarma de Esteruelas.
Con la nueva biblioteca, cuyas obras adjudicará la Consejería de Educación y Cultura en los próxímos meses, los fondos ya no estarán desperdigados.
"Después de la Biblioteca Nacional, será la más grande de España porque la Comunidad de Madrid es la región donde más libros se editan al año", vaticina el director general de Patrimonio, José Miguel Rueda.
La nueva biblioteca regional tendrá 30.000 volúmenes genuinamente madrileños, entre ellos algunos del siglo XVI. A diferencia de las 18 bibliotecas públicas que la Comunidad gestiona en Madrid, la que se levante en la fábrica de cervezas no prestará a domicilio sus libros. "Este centro es para consulta y conservación", explica Rueda.
Dos años de olvido
Los arquitectos Emilio Tuñón y Luis Moreno, que ganaron hace tres años el concurso para convertir la abandonada factoría en un centro polivalente (con salas de cine, ensayo y teatro, galerías de arte, una biblioteca y un auditorio) han recibido con entusiasmo el primer encargo para hincarle el diente al abandonado edificio industrial, tras más de dos años de olvido por parte de los dirigentes políticos. "Estos proyectos siempre tardan en salir, pero la construcción de la biblioteca será el motor que impulse todo el conjunto".El director general de Patrimonio, José Miguel Rueda, anunció ayer a EL PAÍS un nuevo plan cultural para la cervecera. "Tenemos 50 millones en el presupuesto para el proyecto de rehabilitación de una de las naves, donde pretendemos construir un archivo regional". Hace tan sólo 20 meses, el ex presidente Joaquín Leguina inauguró el archivo regional de la calle de Amaniel. "Pero ya se ha quedado pequeño y necesitamos un nuevo espacio", señaló ayer Rueda.
Los arquitectos que ganaron el concurso del Leguidú señalaron ayer que la construcción de un archivo regional no estaba incluido en sus planes para la cervecera. "Pero no sería ningún problema incorporar esta pieza. No cambia la esencia de nuestro proyecto, pues las naves industriales pueden tener distintos usos", señalan. "Tarde o temprano las cosas irán adelante, porque sería absurdo abrir una gran biblioteca rodeada de naves industriales en ruina. Como son edificios separados, las obras no tendrán ninguna complicación aunque se vaya aplazando la decisión sobre las distintas partes del complejo".
Los arquitectos señalan que la nueva biblioteca regional estará "rnuy preparada desde el punto de vista técnico e informático". "Habrá posibilidad de que desde todas las mesas de lectura y consulta se puedan conectar con las bases de datos",. explican. "Además, contará con una estancia muy amplia para la consulta de los fondos audiovisuales y un sistema de aire acondicionado muy ecológico".
El proyecto arquitectónico ha aprovechado incluso los silos donde El Águila almacenaba la cebada. Son cilindros de tres metros de diámetro que servirán para mantener en perfecto estado de revista los libros que llenarán la vieja factoría de principios de siglo.