Explicaciones

SI HUBO fallos de profesionalidad o hay que depurar responsabilidades por los disparos de la Ertzaintza que causaron dos heridos de bala el sábado, en una manifestación en Bilbao convocada por HB, es algo que explicará su superior político, Juan María Atutxa. Y es de agradecer al consejero de Interior del Gobierno vasco la prontitud con la que se ha comprometido a dar explicaciones al respecto.A la espera de tales explicaciones, sí cabe pensar que probablemente lo ocurrido se podría, técnicamente, haber evitado. Lo que extraña, políticamente, es que no hubiese ocurrido antes. Pues se ha retroc...

SI HUBO fallos de profesionalidad o hay que depurar responsabilidades por los disparos de la Ertzaintza que causaron dos heridos de bala el sábado, en una manifestación en Bilbao convocada por HB, es algo que explicará su superior político, Juan María Atutxa. Y es de agradecer al consejero de Interior del Gobierno vasco la prontitud con la que se ha comprometido a dar explicaciones al respecto.A la espera de tales explicaciones, sí cabe pensar que probablemente lo ocurrido se podría, técnicamente, haber evitado. Lo que extraña, políticamente, es que no hubiese ocurrido antes. Pues se ha retrocedido tanto dejando la calle, en diversas ciudades de Euskadi, a los violentos y a los que defienden la violencia, a los que gritan vivas a ETA y a los que insultan -como Olarra cuando en el Parlamento vasco llama a Atutxa "cipayo", término despectivo con que el mundo de los violentos descalifica a los ertzainas-, que cada vez resulta más difícil recuperar el terreno cedido.

Llegados a este punto, es obvio que no basta la simple presencia de la policía para evitar que degeneren en violencia las convocatorias ya programadas con tal fin. Exigir responsabilidades a los organizadores de estas manifestaciones, convocadas con el claro propósito de provocar enfrentamientos, es también un ejercicio democrático de quienes han de velar por la paz de todos. Urge, en cualquier caso, contribuir entre todos a que la policía autonómica vasca recupere ordenadamente el control del orden público.