Cartas al director

Gracias

El pasado domingo 12 de enero de 1997 fui a visitar a mi abuelo que se encontraba en la habitación número 125 del hospital de la Fuenfría, en Cercedilla. Mi tío me mostró el artículo Gracias al hospital de Guadarrama, de esta misma sección de EL PAÍS de este día. Al terminar de leerlo tomamos la decisión de hacer algo parecido para demostrar nuestro agradecimiento, primero en nombre de él y después de toda la familia, al personal del hospital de la Fuenfría. Y aún le quedaban cuatro días de vida.Todo empieza el 21 de diciembre pasado, cuando le llevamos a la sala de urgencias de un hosp...

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El pasado domingo 12 de enero de 1997 fui a visitar a mi abuelo que se encontraba en la habitación número 125 del hospital de la Fuenfría, en Cercedilla. Mi tío me mostró el artículo Gracias al hospital de Guadarrama, de esta misma sección de EL PAÍS de este día. Al terminar de leerlo tomamos la decisión de hacer algo parecido para demostrar nuestro agradecimiento, primero en nombre de él y después de toda la familia, al personal del hospital de la Fuenfría. Y aún le quedaban cuatro días de vida.Todo empieza el 21 de diciembre pasado, cuando le llevamos a la sala de urgencias de un hospital. Nos comunican que padece un tumor de vejiga en estado muy avanzado. El mismo hospital que una semana antes informaba de su buena salud, según los análisis del 16 de diciembre, consecuencia de otra visita a la misma sala de urgencias.

Comienzan idas y venidas de casa a urgencias. A partir de este momento, la falta de humanidad y respeto es general hacia todos nosotros. Comenzamos a sentir la impotencia, la incomprensión y el dolor. Él sólo pedía un rincón con una cama, ya que recordaba lo bien que durmió una de las noches que pasó aquí, cómo no, en urgencias.

Por fin, el pasado 11 de enero ingresa en el hospital de la Fuenfría. Descansó él y toda la familia. Gracias a los profesionales que trabajan en este hospital, todo este tiempo lo hacen humano, sensible y pleno de atenciones personales para los que lo necesitan en estos duros momentos: los enfermos y la familia.-

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