España reabre su Embajada en Irak

, El Gobierno español ha designado la semana pasada a Ignacio Rupérez encargado de negocios en Irak. El nombramiento de Rupérez, un gran conocedor de Oriente Próximo, se produce tras seis años de relaciones diplomáticas al mínimo nivel entre ambos países y supone en la práctica la reapertura de la Embajada española en Bagdad. El régimen iraquí, aislado internacionalmente desde su invasión de Kuwait, en el mes de agosto de 1990, empieza con timidez a ver el final del túnel.Aunque desde el Ministerio de Asuntos Exteriores español se ha negado siempre el cierre de la representación diplomática -...

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, El Gobierno español ha designado la semana pasada a Ignacio Rupérez encargado de negocios en Irak. El nombramiento de Rupérez, un gran conocedor de Oriente Próximo, se produce tras seis años de relaciones diplomáticas al mínimo nivel entre ambos países y supone en la práctica la reapertura de la Embajada española en Bagdad. El régimen iraquí, aislado internacionalmente desde su invasión de Kuwait, en el mes de agosto de 1990, empieza con timidez a ver el final del túnel.Aunque desde el Ministerio de Asuntos Exteriores español se ha negado siempre el cierre de la representación diplomática -"nos limitamos a trasladarla", explicaban en la Subdirección de Oriente Próximo-, el mantenimiento de las instalaciones a cargo de un contratado local era, en realidad, lo más cercano a su clausura. Otros países europeos incluso rompieron relaciones. Se trataba de la respuesta internacional a la falta de respeto de Irak por las fronteras.

Sin embargo, superado el primer año de castigo, los países europeos empezaron a discrepar sobre la dureza y la duración del embargo impuesto al pueblo iraquí. Las diferencias al respecto con Estados Unidos, el país que encabezó la coalición internacional que derrotó al Ejército de Sadam Husein en la denominada guerra del Golfo, se reflejaron en un amplio abanico de actitudes. Así, en tanto que el Reino Unido mantiene la ruptura de relaciones, Francia dispone ya de una amplia sección de intereses y Portugal cuenta en la ciudad del Tigris con un encargado de asuntos administrativos.

La autorización de la ONU, el 20 de mayo de 1996, para que Irak exportara crudo por valor de 2.000 millones de dólares (unos 280.000 millones de pesetas, al cambio actual) puso una vez más sobre la mesa el potencial económico de ese país.

El embargo no impide la venta a Irak de alimentos y medicinas, pero hace ya mucho tiempo que Bagdad no dispone de dólares para comprarlos. Por eso, cuando el pasado 10 de diciembre las primeras gotas de crudo iraquí empezaron a salir a través de Turquía, políticos y hombres de negocios supieron que había empezado el principio del final. La vuelta de Irak a la normalidad es sólo una cuestión de tiempo.

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