Cartas al director

El Plan 18.000

Me ha sorprendido leer en el artículo publicado el 18 de diciembre bajo el título El PP aprueba en solitario el gran proyecto de capital del siglo XXI, y referente al Plan 18.000, lo siguiente: "...Gracias a él, 18.000 familias accedieron a pisos cuyo precio final...". Al parecer, los periodistas que elaboraron el reportaje ignoran que aún hay muchas familias que siguen espetando su adjudicado piso del Plan 18.000. Y no sólo se trata de las promociones que, dentro de ese plan, había conseguido la PSV. Por ejemplo, yo pertenezco a una cooperativa (IV) que gestiona dos parcelas de ese pla...

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Me ha sorprendido leer en el artículo publicado el 18 de diciembre bajo el título El PP aprueba en solitario el gran proyecto de capital del siglo XXI, y referente al Plan 18.000, lo siguiente: "...Gracias a él, 18.000 familias accedieron a pisos cuyo precio final...". Al parecer, los periodistas que elaboraron el reportaje ignoran que aún hay muchas familias que siguen espetando su adjudicado piso del Plan 18.000. Y no sólo se trata de las promociones que, dentro de ese plan, había conseguido la PSV. Por ejemplo, yo pertenezco a una cooperativa (IV) que gestiona dos parcelas de ese plan: los, que han tenido menos mala suerte recibirán sus pisos próximamente, los que hemos tenido más mala suerte recibiremos los nuestros -si no surgen enésimos contratiempos- dentro de un plazo estimado de 12 meses...

De forma que, ocho años después, aún no puede decirse que el Plan 18.000 sea un asunto zanjado; tal suposición puede agredir la sensibilidad de los que aún continuamos esperando nuestra vivienda. Considero que podría ser interesante la publicación de un artículo estudiando las cuentas pendientes del citado plan; plan cuyo desarrollo, al ser asunto de distintos y sucesivos equipos políticos, ha venido a favorecer una suerte de irresponsabilidad compartida, bajo la cual los unos se pasan la pelota a los otros..., mientras legítimos adjudicatarios de prometidas viviendas siguen esperándolas, asumiendo mientras gastos extras y/o afrontando situaciones de prolongada provisionalidad, de las que ningún político podrá nunca (ni querrá) resarcirles.-

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