Cartas al director

El Pacto de Estabilidad

Los compromisos que adquirimos en Maastricht parecían ser un esfuerzo concertado de todos los Estados miembros hacia unos valores objetivos y necesarios que definían las condiciones para que la unión monetaria funcionara bien. Pero el adicional Pacto de Estabilidad firmado en Dublín nos descubre la verdadera naturaleza de la convergencia, que es en realidad la germanización de la conducción económica de todos los Estados de la Unión.A lo que nos ha comprometido el presidente del Gobierno es, ni más ni menos, a regir la economía española como se gobierna la alemana, aunque, obviam...

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Los compromisos que adquirimos en Maastricht parecían ser un esfuerzo concertado de todos los Estados miembros hacia unos valores objetivos y necesarios que definían las condiciones para que la unión monetaria funcionara bien. Pero el adicional Pacto de Estabilidad firmado en Dublín nos descubre la verdadera naturaleza de la convergencia, que es en realidad la germanización de la conducción económica de todos los Estados de la Unión.A lo que nos ha comprometido el presidente del Gobierno es, ni más ni menos, a regir la economía española como se gobierna la alemana, aunque, obviamente, las economías sean diferentes en tamaño, estructura, funcionamiento, productividad e historia, y la naturaleza de los problemas económicos sea diferente. Por ejemplo, ¿qué vamos a hacer con el desempleo? ¿Lo vamos a solucionar por medio de la estabilidad monetaria del Bundesbank disfrazado de Banco Central Europeo? ¡Sería un gran milagro! La solución clásica que ofrece la teoría de las "áreas monetarias óptimas" (de Robert A. Muridell y Ronald McKinnon) es que haya perfecta movilidad de trabajo entre los miembros. ¿Va Alemania a hacerse cargo de nuestros desempleados? Pues, si nos obliga a hacer su misma política macroeconómica, debería hacerlo. A lo que se ha comprometido el Gobierno español, y otros Gobiernos europeos del Sur, es a gobernar como alemanes a súbditos que no lo son y a actuar como alemanes en situaciones que no se parecen en nada a las alemanas. Yo ya he tomado medidas para que mis hijos aprendan alemán. Glücklicherweisekann Ich schon Deuscht sprechen.-

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