'Brigadas' y celdas americanas
La antigüedad y deterioro de los penales de Zaragoza y Huesca no sólo afectan a las condiciones de vida de los reclusos, sino que hacen "inaplicables" los programas de reinserción, según los funcionarios y las organizaciones de apoyo a los presos. En el departamento de mujeres de Torrero, concebido para albergar a un máximo de cuatro reclusas, conviven a diario entre 15 y 20, sin que se pueda realizar la clasificación entre internas que ordena la legislación penitenciaria. Las condiciones no son mucho mejores entre los hombres, lo que facilita el trapicheo y la existencia de kies, cabec...
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La antigüedad y deterioro de los penales de Zaragoza y Huesca no sólo afectan a las condiciones de vida de los reclusos, sino que hacen "inaplicables" los programas de reinserción, según los funcionarios y las organizaciones de apoyo a los presos. En el departamento de mujeres de Torrero, concebido para albergar a un máximo de cuatro reclusas, conviven a diario entre 15 y 20, sin que se pueda realizar la clasificación entre internas que ordena la legislación penitenciaria. Las condiciones no son mucho mejores entre los hombres, lo que facilita el trapicheo y la existencia de kies, cabecillas de las bandas que controlan la vida cotidiana entre los reclusos.La situación es similar en Huesca, donde aún existen celdas de las denominadas "americanas", sin ventanas y con sólo rejas como todo cierre en una de las paredes. Los dormitorios comunales, conocidos como brigadas, tampoco se han suprimido.