El Grupo Popular apoya la reforma de la Ley de Objeción al no poder evitarla

Si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él. El PP evitó ayer in extremis su anunciada derrota parlamentaria sumándose al bando de los vencedores. La reforma de la Ley de Objeción de Conciencia, cuyo contenido está aún por determinar, fue aprobada por 313 votos a favor y uno en contra; es decir, práctica unanimidad. El PP no ocultaba ayer su contrariedad por la aprobación de la propuesta presentada por su socio de gobierno, Convergència y Unió, el primer sorprendido ante su inesperado éxito.

El PP culpa de lo sucedido a los socialistas, quienes les habrían inducido a engaño haciéndoles...

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Si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él. El PP evitó ayer in extremis su anunciada derrota parlamentaria sumándose al bando de los vencedores. La reforma de la Ley de Objeción de Conciencia, cuyo contenido está aún por determinar, fue aprobada por 313 votos a favor y uno en contra; es decir, práctica unanimidad. El PP no ocultaba ayer su contrariedad por la aprobación de la propuesta presentada por su socio de gobierno, Convergència y Unió, el primer sorprendido ante su inesperado éxito.

El PP culpa de lo sucedido a los socialistas, quienes les habrían inducido a engaño haciéndoles creer que votarían en contra de la proposición, al igual que los populares, con lo que ésta no saldría adelante.Lo cierto es que el PSOE mantuvo una ambigüedad calculada, acariciando quizá la idea de ver al partido del Gobierno votando en solitario, y sólo ayer por la mañana, horas antes de la votación, anunció públicamente su apoyo a la iniciativa. En ese momento, la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, se encontraba reunida con un grupo de periodistas, ante los que calificó de inoportuna la reforma de la Ley de Objeción que, según dijo, traerá "más problemas que ventajas".

La ministra se despidió anunciando su propósito de reunirse con el portavoz del grupo catalán, Joaquim Molins, para buscar una solución. Ya era tarde porque, simultáneamente, el portavoz popular, Luis de Grandes, anunciaba que su grupo, pese a mantener sus posiciones, votaría a favor de la proposición, ya que "no quiere ser un dique a lo que parece una voluntad mayoritaria" de la Cámara.

Tampoco pudo hacer mucho la tarde anterior el ministro de Defensa, Eduardo Serra, quien telefoneó a Molins desde Melilla, donde se encontraba en visita oficial. Ayer mismo, en una última gestión, Serra se puso en contacto con su antecesor en el cargo, Narcís Serra, quien se limitó a indicarle que el PSOE votaría a favor de la reforma.

Fuentes de CiU aseguran que, tanto desde el Gobierno como desde el Grupo Popular, les llegó la sugerencia de que retirasen su proposición, lo que niega categóricamente Luis de Grandes. En todo caso, estas gestiones se habrían producido en los últimos días, cuando la propuesta ya estaba incluida en el orden del día del pleno y la marcha atrás resultaba escandalosa, sin que durante los seis meses que ha durado su tramitación se intentase en ningún momento frenarla por parte del Gobierno.

La admisión a trámite del texto, aprobada ayer, no significa que éste salga adelante en los términos en que ha sido presentado, ya que los grupos parlamentarios manifestaron su intención de enmendarlo.

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El portavoz del PP, Julio Padilla, hizo un turno a favor de la proposición que más pareció en contra, pues advirtió que uno de cada tres jóvenes en edad militar se hacen objetores y cada vez resulta más difícil reclutar el contingente previsto para cubrir las necesidades de la defensa nacional. Socialistas y populares se responsabilizaron mutuamente de haber creado la actual bolsa de 130.000 objetores pendientes de incorporar a la prestación sustitutoria por falta de plazas.

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