Donados los fondos de 'Triunfo' a la Universidad de Valencia

No es nostalgia, porque la nostalgia de la libertad, como precisó Haro Tecglen, ya estaba allí. Es memoria de una revista que jugó el papel de un auténtica universidad de la resistencia" contra el franquismo. Otra universidad, ésta oficial, la de Valencia, recibió ayer la donación de todo el fondo editorial de la revista Triunfo --desaparecida en 1982-, así como de las publicaciones Hermano Lobo y Tiempo de Historia.

José Ángel Ezcurra, que fue director y editor de Triunfo, dio las claves de este gesto al recordar que la etapa inicial, antes de convertirse a comienz...

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No es nostalgia, porque la nostalgia de la libertad, como precisó Haro Tecglen, ya estaba allí. Es memoria de una revista que jugó el papel de un auténtica universidad de la resistencia" contra el franquismo. Otra universidad, ésta oficial, la de Valencia, recibió ayer la donación de todo el fondo editorial de la revista Triunfo --desaparecida en 1982-, así como de las publicaciones Hermano Lobo y Tiempo de Historia.

José Ángel Ezcurra, que fue director y editor de Triunfo, dio las claves de este gesto al recordar que la etapa inicial, antes de convertirse a comienzos de los sesenta en el punto de referencia de la izquierda y el antifranquismo, fue la de "una revista de cinematografía y variedades de fundación valenciana".

Ezcurra, Haro Tecglen y Manuel Vázquez Montalbán, que fueron sus periodistas más significativos, y la profesora holandesa Annelies Van Noortwijk, que prepara un amplio estudio sobre la publicación, hablaron en el aula magna abarrotada de público sobre lo que el rector de la Universidad de Valencia, Pedro Ruiz Torres, calificó como "un periodismo culto, inteligente y comprometido que, en cierto modo, echamos de rnenos".

"Hay que leer Triunfo", le dijeron a Vázquez Montalbán hacia 1962, cuando estaba en la cárcel. El que sería después uno de sus redactores más incisivos, con secciones como su mítica Capilla Sixtina, firmada con el seudónimo de Sixto Cámara, dijo que la publicación se situó en el centro de un movimiento de reconstrucción de una vanguardia política e intelectual y jugó su papel en la organización de minorías críticas.

Haro ironizó con Vázquez Montalbán sobre las versiones de la nueva izquierda que se han sucedido en Europa desde la época de Triunfo, revista que situó como parte de la conciencia de un continuo histórico que sigue y sigue. Según Haro, Triunfo desapareció porque algunos creyeron que ya había llegado la democracia. Pero -concluyó- "hay que seguir luchando por la democracia hasta que llegue".

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