La sonda rusa 'Mars 96' viaja a Marte

Rusia ha decidido también viajar a Marte, de moda desde que el pasado agosto científicos de la NASA anunciaron rastros de vida en un meteorito del planeta rojo. El lanzanmiento de la sonda Mars 96 se produjo anoche en el horario previsto (21,49 hora española), desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), a bordo de un cohete Proton. Tardará 300 días en llegar a Marte. Es la segunda nave de la flotilla terrestre no tripulada que llegará a Marte en 1997. El primer lanzamiento fue el de la nave estadounidense Global Mars Surveyor, el pasado 14 de noviembre. El 2 de diciembre saldrá...

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Rusia ha decidido también viajar a Marte, de moda desde que el pasado agosto científicos de la NASA anunciaron rastros de vida en un meteorito del planeta rojo. El lanzanmiento de la sonda Mars 96 se produjo anoche en el horario previsto (21,49 hora española), desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), a bordo de un cohete Proton. Tardará 300 días en llegar a Marte. Es la segunda nave de la flotilla terrestre no tripulada que llegará a Marte en 1997. El primer lanzamiento fue el de la nave estadounidense Global Mars Surveyor, el pasado 14 de noviembre. El 2 de diciembre saldrá la tercera y última nave, la Mars Pathfinder, de EE UU.La Mars 96 es seis veces mayor que sus compañeras de viaje y lleva a bordo 38 sensores y experimentos concebidos por especialistas de 20 países. No sólo se pondrá en órbita del planeta rojo, sino que también enviará dos pequeñas estaciones científicas a su superficie, así como dos equipos de perforación que penetrarán unos seis metros en el planeta. Las estaciones y los equipos de perforación enviarán datos a la Mars 96 y también a la Global Surveyor cada vez que éstas pasen por encima de ellas. Esos datos deben llegar a la Tierra, donde más de mil científicos los esperarán con avidez.

Los instrumentos en órbita y en la superficie de esta misión permitirán estudiar la atmósfera, suelo, relieve, actividad sísmica, estructura interna y medio ambiente ionizado, entre otros aspectos del planeta. La misión Mars 96 está rodeada de nostalgia, ya que los científicos rusos están seguros de que será la última misión espacial rusa en mucho tiempo. De hecho, fue aplazada en 1994 por falta de fondos. La terrible crisis económica está desmantelando el programa espacial, en sus tiempos orgullo del país.

"Las naves que ahora han partido hacia Marte sólo harán una mejor topografía del planeta, pero no nos van a decir nada acerca de la vida allí", opina el bioquímico español Juan Oró, de 73 años, que colaboró con la NASA, en una entrevista a Efe. Cree que sólo existe una remota posibilidad de que aún haya vida en Marte; sería, en todo caso, una forma de vida rudimentaria y microscópica, agazapada en alguna grieta.

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