Cámping con presa

Lozoya (450 habitantes) tendrá en los próximos meses un cámping, pero con vistas a una gigantesca cascada artificial. El Ayuntamiento está construyendo un cámping, denominado Hoya Encavera, a los pies del muro de contención de la presa de Pinilla, una pared de hormigón de 295 metros de altura que re tiene las aguas del río Lozoya. La Confederacion Hidrográfica del Tajo, organismo público que debe dar su visto bueno a la obra, afirma que "no se ha emitido ningún permiso". Según su presidente, José Antonio Llanos, "las obras son, por tanto, ilegales y, de confirmarse su ejecución, abriremos un ...

Lozoya (450 habitantes) tendrá en los próximos meses un cámping, pero con vistas a una gigantesca cascada artificial. El Ayuntamiento está construyendo un cámping, denominado Hoya Encavera, a los pies del muro de contención de la presa de Pinilla, una pared de hormigón de 295 metros de altura que re tiene las aguas del río Lozoya. La Confederacion Hidrográfica del Tajo, organismo público que debe dar su visto bueno a la obra, afirma que "no se ha emitido ningún permiso". Según su presidente, José Antonio Llanos, "las obras son, por tanto, ilegales y, de confirmarse su ejecución, abriremos un expediente sancionador". Por su parte, la Asociación para la Defensa del Valle del Lozoya, entidad ecologista local, ya ha mostrado su temor por el peligro potencial que encierra el campamento. "Esto es sencillamente inconcebible", explicaba ayer Juan Manuel López, portavoz ecologista.La alcaldesa de Lozoya, María Isabel Riomoros, del PP, tampoco se muestra muy convencida con el proyecto, porque "no fue obra del actual gobierno". "El cámping lo colocaron los anteriores responsables municipales junto a la presa porque no había otro sitio. Entre montañas, valles y pantanos, no tenían donde ponerlo", dice. Riomoros replica que las instalaciones cuentan, hasta el momento, "con todos los permisos requeridos". La construcción del cámping fue aprobada por la Comunidad en 1992 y fue eximida del estudio de impacto ambiental para no perder unos fondos de la Unión Europea que debían ser tramitados en el menor tiempo posible. Así, 120 millones de los fondos europeos sirvieron para comenzar las obras.

Por el momento, ya se han levantado los servicios, casetas para dependencias administrativas y una recepción. El jueves, un grupo de trabajadores preparaba los accesos al futuro cámping. "El sitio, a lo mejor, no es el más indicado, pero no vamos a tirar el dinero. Además, nos hacen falta otros 80 millones para acabarlo y tampoco queremos perderlos", añade la alcaldesa.

Sin embargó, el artículo 7 del decreto que regula la instalación de campamentos en Madrid señala que no se podrá construir "en terrenos situados en los lechos secos de los ríos y en los susceptibles de ser inundados por lluvias torrenciales o crecidas de los ríos".

La alcaldesa replica: "Cuando me enteré de esa norma, pedí un informe a los arquitectos. Me dijeron que todo era legal y que la instalación cumple todos los requisitos. Si algún organismo va a impedir que continúe la construcción, que lo diga pronto. Los ecologistas proponen que, en vez de un cámping, construyamos un aula medioambiental para chavales. ¡Pero si no estamos seguros del cámping, cómo vamos a meter niños!".