LA LUCHA CONTRA ETA

Interior duplicará los efectivos antiterroristas de la policía en el País Vasco y Navarra

El Ministerio del Interior ha puesto en marcha un plan cuyo resultado permitirá duplicar los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía dedicados a la lucha contra ETA en Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra. El primer gran proyecto policial de Jaime Mayor pasa por rediseñar la Comisaría General de Información, que recupera las competencias operativas que el anterior ministro, Juan Alberto Belloch, había transferido a la de Policía Judicial. El peso de la lucha antiterrorista e Euskadi y Navarra recaerá en los agentes d estas comisarías, en lugar de enviar allí a funcionarios desde Madrid. "Hoy sabemos ...

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El Ministerio del Interior ha puesto en marcha un plan cuyo resultado permitirá duplicar los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía dedicados a la lucha contra ETA en Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra. El primer gran proyecto policial de Jaime Mayor pasa por rediseñar la Comisaría General de Información, que recupera las competencias operativas que el anterior ministro, Juan Alberto Belloch, había transferido a la de Policía Judicial. El peso de la lucha antiterrorista e Euskadi y Navarra recaerá en los agentes d estas comisarías, en lugar de enviar allí a funcionarios desde Madrid. "Hoy sabemos poco de ETA y tenemos que llegar a saber mucho más", reconoce un estrecho colaborador del ministro, quien admite igualmente la preocupación del Gobierno por los atentados de ayer contra los palacios de Justicia de Pamplona, Vitoria y San Sebastián.

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Mayor Oreja y su secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxà, han decidido volcarse en la potenciación de los servicios antiterroristas del Cuerpo Nacional de Policía, tras comprobar que su actual rendimiento es bajo. Los responsables de Interior se muestran más satisfechos de los resultados obtenidos por la Guardia Civil, que desde la llegada del PP al Gobierno, en la pasada primavera, ha propiciado la detención en Francia de Julián Atxurra, Pototo, y ha desarticulado al comando de ETA que preparaba en Galicia una cadena de atentados.La primera decisión de Mayor ha consistido en desmontar el esquema heredado de su antecesor, Juan Alberto Belloch. Éste había impuesto el modelo francés, consistente en una radical separación entre los servicios de inteligencia (encomendados a la Comisaría General de Información) y las labores operativas contra ETA (confiadas a la Comisaría General de Policía Judicial).

El modelo del socialista Belloch creó recelos y disfunciones, debido a que los agentes de Información se encargaban de captar y analizar datos útiles para la seguridad del Estado, mientras que los de Policía Judicial eran quienes practicaban las detenciones de los comandos y realizaban las investigaciones sobre los atentados.

Nuevo jefe policial

La primera dificultad de Mayor fue designar a un nuevo responsable de los servicios de Información de la policía, después de que el propio presidente del Gobierno le indicase la conveniencia de relevar al comisario Gabriel Fuentes González, que había sido nombrado por Belloch. En su lugar, el ministro colocó el pasado julio a Jesús de la Morena Bonilla, hombre de confianza de Fuentes, y considerado como un especialista en análisis y tratamiento de información.El comisario De la Morena, de 43 años, será quien lleve adelante el proyecto antiterrorista del ministro, que en una primera fase consistirá en duplicar los agentes actualmente destinados en Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra, donde se había producido "una importante descapitalización en efectivos humanos", según un alto cargo policial. Álava será la única provincia que mantenga su actual número de funcionarios anti-ETA, que Interior considera suficientes.

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Navarra, que representa una de las grandes preocupaciones del ministerio, estaba hasta ahora policialmente "abandonada". Esta comunidad contaba en 1988 con una plantilla de más de 900 agentes del Cuerpo Nacional de Policía, mientras que hoy sólo hay entorno a 500. Sin embargo, esta situación va a cambiar radicalmente, ya que Interior pretende restablecer esta cifra y convertir Pamplona en una de sus principales bases policiales: en esta ciudad se concentrarán las unidades de helicópteros, artificieros y antidisturbios y, en caso necesario, serán rápidamente desplazadas al País Vasco.

Durante la madrugada de ayer estallaron tres pequeños artefactos en los palacios de Justicia de Pamplona, San Sebastián y Vitoria. La policía interpreta que estas bombas, que no causaron víctimas, suponen una advertencia de ETA a los jueces.

El Ministerio del Interior no sólo pretende aumentar el número de agentes antiterroristas en el País Vasco, sino que quiere hacerlo con los más preparados. Para eso, la Dirección General de la Policía ha puesto en marcha un proceso de selección destinado a hallar a los más idóneos para las tareas de captación, análisis y evaluación de información. Interior ha renunciado a llenar las vacantes a través del sistema de concurso abierto y ha preferido introducir nuevos filtros de selección.

"Nuestra idea es que la gente trabaje in situ y luche contra el terrorismo en las regiones más afectadas. No queremos que lo hagan desde Madrid porque eso, además de ser menos eficaz, es mucho más caro a causa de los continuos desplazamientos al País Vasco y Navarra", explica un mando policial.

Red de captación

El objetivo fundamental del director general de la Policía, Juan Gabriel Cotino, es crear una tupida red de agentes dedicados en exclusiva a la captación de informaciones útiles para luchar contra el terrorismo y a su posterior depuración, análisis y evaluación. Se trata de montar por primera vez un verdadero servicio de inteligencia, algo a lo que Belloch también aspiró y no consiguió en sus dos años de mandato.La Comisaría General de Información ha recuperado la Unidad Central Operativa Antiterrorista (UCOA) y las unidades territoriales antiterroristas (UTA) que, bajo la dependencia orgánica y funcional de la Comisaría General de Policía Judicial, eran las encargadas de realizar la parte operativa de la lucha contra ETA (localización, seguimiento y detención de los activistas). Esta radical separación de funciones durante la etapa Belloch fue "un invento negativo", pero sirvió de experiencia, según un jefe policial.

Otra de las prioridades de Interior en Navarra y el País Vasco consiste en aumentar los efectivos dedicados al control fronterizo y de extranjeros, en cumplimiento del acuerdo de Schengen.

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