Tribuna:

Volatilidad

Los mercados vivieron ayer una sesión complicada, primero por el incierto cierre de Wall Street en la tarde anterior y, después, por la caída del precio de la deuda durante toda la mañana. Por la tarde cambiaron las cosas de la mano de Nueva York, con una reacción positiva ante el gesto de fuerza del presidente ruso, situación que puso fin a las retiradas de beneficios y que forzó, además, una nueva entrada de dinero a todos los mercados y una fuerte subida del dólar.La deuda española rozó el 8% en algunos momentos, lo que situaba el diferencial con Alemania cerca de 1,90 puntos, pero al cierr...

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Los mercados vivieron ayer una sesión complicada, primero por el incierto cierre de Wall Street en la tarde anterior y, después, por la caída del precio de la deuda durante toda la mañana. Por la tarde cambiaron las cosas de la mano de Nueva York, con una reacción positiva ante el gesto de fuerza del presidente ruso, situación que puso fin a las retiradas de beneficios y que forzó, además, una nueva entrada de dinero a todos los mercados y una fuerte subida del dólar.La deuda española rozó el 8% en algunos momentos, lo que situaba el diferencial con Alemania cerca de 1,90 puntos, pero al cierre de la sesión todo había cambiado y ya nadie se acordaba de las crecientes críticas a unos presupuestos que sólo parecen gustar al Gobierno. El diferencial con Alemania terminó en 1,83 puntos, dos centésimas por debajo del día anterior, y la rentabilidad de la deuda a 10 años quedaba en el 7,87%. Wall Street abrió al alza y cerró con una ganancia de 39,39 puntos, rompiendo así su anterior récord. Madrid ganó un 0,55% y queda a 70 centésimas del máximo histórico.

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