GENTE

BUENA TORTILLA PARA LA REINA

La sangre azul no impide tener algún que otro gusto plebeyo, fruto del ingenio culinario de los más humildes. A veces, un bocadillo de tortilla, calentito y en pan tierno, puede ser manjar de reyes, y nunca mejor dicho. La reina doña Sofía ha agradecido por escrito a Cándida Gallego, la propietaria del bar Suiza, de Ponferrada, los "riquísimos" bocadillos de tortilla con que fueron obsequiados ella y su séquito en la noche del pasado día 1, a la salida del teatro Bergidum. La reina, que había acudido a la capital del Bierzo para inaugurar la restauración del teatro municipal, picoteó de...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La sangre azul no impide tener algún que otro gusto plebeyo, fruto del ingenio culinario de los más humildes. A veces, un bocadillo de tortilla, calentito y en pan tierno, puede ser manjar de reyes, y nunca mejor dicho. La reina doña Sofía ha agradecido por escrito a Cándida Gallego, la propietaria del bar Suiza, de Ponferrada, los "riquísimos" bocadillos de tortilla con que fueron obsequiados ella y su séquito en la noche del pasado día 1, a la salida del teatro Bergidum. La reina, que había acudido a la capital del Bierzo para inaugurar la restauración del teatro municipal, picoteó de un ágape ofrecido por el Ayuntamiento en el intermedio de dos conciertos, pero a la salida, pasadas las nueve de la noche, miembros de la Casa Real decidieron encargar varios bocadillos de tortilla a la francesa en un bar cercano con los que matar la gusa antes de volver a palacio. Doña Sofía y la ministra de Cultura, Esperanza Aguirre, compartieron pan y tortilla camino de Madrid, impresionadas por la exquisitez del sencillo avituallamiento. Cándida Gallego, sorprendida por la misiva real, entregada en mano por el cartero, piensa enmarcar la carta y situarla en un lugar privilegiado tras el mostrador. Para que luego digan que una tortilla no tiene ciencia.-

Archivado En