TECNOLOGÍA: COMPUTADORAS

Los rayos cósmicos producen 200 fallos al año por ordenador

Los alienígenas, armados con rayos de la muerte, procedentes del espacio invaden la Tierra destrozando sistemas vitales de computadoras. ¿Ciencia-ficción? No, no todo: el efecto de los rayos cósmicos sobre el frágil software de los ordenadores preocupa a los expertos en computadoras. Por ello, James F. Ziegler, del Centro de Investigación Thomas J. Watson (Nueva York), ha calculado exactamente la importancia de este efecto.Su respuesta es que aunque los rayos cósmicos son responsables de unos 200 fallos de software al año en un ordenador al nivel del mar, el usuario no los no...

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Los alienígenas, armados con rayos de la muerte, procedentes del espacio invaden la Tierra destrozando sistemas vitales de computadoras. ¿Ciencia-ficción? No, no todo: el efecto de los rayos cósmicos sobre el frágil software de los ordenadores preocupa a los expertos en computadoras. Por ello, James F. Ziegler, del Centro de Investigación Thomas J. Watson (Nueva York), ha calculado exactamente la importancia de este efecto.Su respuesta es que aunque los rayos cósmicos son responsables de unos 200 fallos de software al año en un ordenador al nivel del mar, el usuario no los nota porque las memorias de los equipos, con varios chips, están construidas de manera que cualquier alteración en un bit de una palabra de memoria resulta detectada y corregida en las rutinas normales del ordenador.

Por tanto, los errores de los ordenadores debidos a los rayos cósmicos son extremadamente poco frecuentes y no es necesario escribir códigos especiales de corrección de errores para compensar los impactos ocasionales ni dispositivos de seguridad contra dobles fallos, concluye Ziegler en un artículo publicado en la revista Journal of Research and Development, de IBM.

Los rayos cósmicos son partículas subatómicas aceleradas que se originan en explosiones de estrellas supernovas, en núcleos de galaxias, en púlsares y en otros fenómenos del universo. La Tierra está bañada por un flujo constante de esta radiación, pero la atmósfera y los campos magnéticos actúan como pantalla protectora.

La protección atmosférica es tal que el riesgo de sufrir un fallo de software depende de a qué altura esté: a un kilómetro y medio de altura aproximadamente, el flujo de rayos cósmicos es un 388% mayor que al nivel del mar. Y la localización respecto a los polos geomagnéticos supone que cuanto más cerca del ecuador magnético de la Tierra más seguro está un ordenador respecto a los rayos cósmicos. Tokio, al nivel del mar y cerca del ecuador magnético, tiene un flujo de rayos cósmicos un 40% inferior al de Nueva York.

La mayoría de los rayos cósmicos interactuan con la atmósfera produciendo una ducha localizada de partículas y radiación. Una de estas duchas consiste en más de 10.000 partículas en un área de unos pocos centenares de metros cuadrados, y las particulas subatómicas, al interactuar con un átomo de un chip, producen casi con seguridad un fallo de software, aunque el propio ordenador se encargue de que el usuario no lo note.

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