Cartas al director

Sopresa

Sorprende a estas alturas que en un periódico de la seriedad de EL PAÍS puedan leerse artículos tan frívolos y sensacionalistas -así como proclives a que el lector caiga en la xenofobia- como el del sábado 21 de septiembre bajo el título Un videojuego vale 25 porros, pues la manera en que en su texto se aproxima el poblado chabolista de marroquíes en Boadilla del Monte está marcada por la frivolidad de principio a fin.¿Dónde está la objetividad del periodista? Da la palabra a un guardia civil para que nos cuente cómo ve el asunto, pero no a los marroquíes, y quizá tengan algo que decir ...

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Sorprende a estas alturas que en un periódico de la seriedad de EL PAÍS puedan leerse artículos tan frívolos y sensacionalistas -así como proclives a que el lector caiga en la xenofobia- como el del sábado 21 de septiembre bajo el título Un videojuego vale 25 porros, pues la manera en que en su texto se aproxima el poblado chabolista de marroquíes en Boadilla del Monte está marcada por la frivolidad de principio a fin.¿Dónde está la objetividad del periodista? Da la palabra a un guardia civil para que nos cuente cómo ve el asunto, pero no a los marroquíes, y quizá tengan algo que decir de por qué se dedican a esto.

Por otra parte, suponemos que entre esos chabolistas (que le han acogido en su lugubriedad gracias a la parsimonia marroquí, pero que él no ha dudado en traicionar su confianza) también hay personas que se ganan la vida tan honradamente como el periodista, o quizá más, a la vista de cómo se toma su profesión. socióloga.

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