Un centro mostoleño ofrece comida y ducha a drogadictos, pobres y maltratados

La asociación sin ánimo de lucro Punto Omega, de Móstoles (199.400 habitantes), ha abierto un centro de "emergencia social" para ciudadanos que sufren situaciones extremas como malos tratos, expulsión de sus hogares, pobreza o drogadicción. Este servicio es el segundo de la localidad que atiende a un sector de la población marginada, después de la casa de acogida a mujeres mal tratadas y con escasos recursos económicos.

En la sede de Punto Omega, el centro funciona de nueve de la mañana a once de la noche de forma continua y ofrece un servicio de ducha, comedor y descanso, además de...

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La asociación sin ánimo de lucro Punto Omega, de Móstoles (199.400 habitantes), ha abierto un centro de "emergencia social" para ciudadanos que sufren situaciones extremas como malos tratos, expulsión de sus hogares, pobreza o drogadicción. Este servicio es el segundo de la localidad que atiende a un sector de la población marginada, después de la casa de acogida a mujeres mal tratadas y con escasos recursos económicos.

En la sede de Punto Omega, el centro funciona de nueve de la mañana a once de la noche de forma continua y ofrece un servicio de ducha, comedor y descanso, además de asesoría psicológica y jurídica. El máximo de estancia es de una semana. En ese periodo los profesionales del centro de emergencia social deben encontrar solución a cada caso o enviarlo a la Administración competente.

El servicio cuenta con la subvención del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y los planes nacional y regional sobre drogas. También han intervenido las parroquias de la localidad y la Unión Española de Asociaciones de Asistencia al Drogodependiente. Este centro, único en sus características de toda la región, atenderá sobre todo casos de la propia localidad, aunque no dará la espalda al resto de peticiones de ayuda.

Un asistente social, un psicólogo, un abogado, un sacerdote y tres monitores prestan su ayuda de forma voluntaria, mientras que la cocinera, un trabajador social y dos monitores más van a cobrar por sus servicios. "La diferencia entre unos y otros reside en que los primeros dedicarán al centro tres horas diarias y los demás deberán responder a turnos de ocho horas, por lo que se les ha contratado", explicó el responsable de Punto Omega, Juan Ignacio Jiménez.

La principal clientela de este centro son los drogodependientes mostoleños, según Jiménez. Dentro de un mes podrán integrarse en un programa de suministro de metadona. Las previsiones son que en enero el centro funcione las 24 horas.

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