Cartas al director

Más sobre la Casa del Tesoro

La fe no sólo mueve montañas, sino que algunas veces derriba muros cargados de historia. En este caso, la fe la ha tenido el Ayuntamiento de Madrid, y el depositario de esta fe ha sido un escueto informe de uno de los codirectores de la excavación de la plaza de Oriente en el que se decía que los restos de la Casa del Tesoro no tenían valor alguno. El informe del. otro codirector, que afirmaba exactamente lo contrario, ha sido totalmente ignorado, tal vez porque su contenido no despertaba la confianza suficiente entre los responsables del Ayuntamiento. Si, como parece en primera instancia, la ...

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La fe no sólo mueve montañas, sino que algunas veces derriba muros cargados de historia. En este caso, la fe la ha tenido el Ayuntamiento de Madrid, y el depositario de esta fe ha sido un escueto informe de uno de los codirectores de la excavación de la plaza de Oriente en el que se decía que los restos de la Casa del Tesoro no tenían valor alguno. El informe del. otro codirector, que afirmaba exactamente lo contrario, ha sido totalmente ignorado, tal vez porque su contenido no despertaba la confianza suficiente entre los responsables del Ayuntamiento. Si, como parece en primera instancia, la decisión se ha basado en percepciones ultrasensoriales, no hay nada que objetar al respecto. Aplicar la intuición a las decisiones políticas tal vez sea una buena manera de conseguir los objetivos deseados. En esta ocasión, y ya es casualidad, la decisión adoptada beneficia al Ayuntamiento en todos los, sentidos. Sin embargo, no hay que ser desconfiados. Si se optó por un informe y no por otro no fue por intereses de ningún tipo. Es la fe, y ante ella, no hay lógica posible.

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