Un pequeño laboratorio deja Farmaindustria y rompe los precios con nuevo medicamento

Industrial Farmacéutica Cantabria, un pequeño laboratorio español con sede central en Madrid, ha abandonado la patronal farmacéutica porque considera que el pacto suscrito con Sanidad impide su crecimiento empresarial. "Nosotros estamos naciendo. Hace sólo dos años que existimos y queremos crecer. Por eso hemos abandonado Farmaindustria", argumenta el director de esta empresa Juan Matji. La ruptura, formalizada en julio, se suma ahora a la salida al mercado de un nuevo producto, el envase de 28 cápsulas de Emeprotón, un fármaco contra la úlcera gástrica, que rebaja el precio unitario de...

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Industrial Farmacéutica Cantabria, un pequeño laboratorio español con sede central en Madrid, ha abandonado la patronal farmacéutica porque considera que el pacto suscrito con Sanidad impide su crecimiento empresarial. "Nosotros estamos naciendo. Hace sólo dos años que existimos y queremos crecer. Por eso hemos abandonado Farmaindustria", argumenta el director de esta empresa Juan Matji. La ruptura, formalizada en julio, se suma ahora a la salida al mercado de un nuevo producto, el envase de 28 cápsulas de Emeprotón, un fármaco contra la úlcera gástrica, que rebaja el precio unitario de cada cápsula en un 36%, al pasar de 308 a 198 pesetas. El envase de 14 cápsulas cuesta 4.324 pesetas -un precio similar a los envases que comercializa la competencia-, mientras que el nuevo de 28 sólo asciende a 5.544.La noticia, publicada ayer por el periódico económico Cinco Días, originó una nueva convulsión en el sector farmacéutico. Farmaindustria difundió un comunicado en el que recordaba que "cada laboratorio es libre de proponer el precio de sus envases a la autoridad sanitaria".

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IF Cantabria pidió hace dos años la autorización para lanzar al mercado español el nuevo producto. El permiso lo obtuvo el 30 de abril pasado. "Después de lograrlo", dice Matji, "pedimos al Ministerio de Sanidad el correspondiente permiso para vender el envase a 5.544 pesetas y nos fue admitido de inmediato". Lo habitual. es que sea Sanidad la que negocie a la baja.

Según Matji, la estrategia de su empresa es la de facilitar el uso de este fármaco a los enfermos crónicos que necesitan intermitentemente tratamientos largos con este tipo de fármacos. "Al consumidor le ahorramos, además, ir al médico a por más recetas; con una tiene suficiente para todo el ines". "Es una pura estrategia comercial no basada en ningún criterio médico-científico", dice el doctor Manuel Díaz Rubio, jefe de aparato digestivo del Clínico San Carlos, informa Maika Sánchez. "El tratamiento de la úlcera con omeprazol [principio activo de este fármaco] u otro antisecretor puede durar una semana, quince días, un mes o más; depende de muchos factores y a veces hay efectos secundarios que obligan a dejar la medicación al tercer día".

Respecto a la ruptura de IF Cantabria con la patronal farmacéutica, ésta reprocha al laboratorio que en 1995 se sumara "voluntariamente al pacto de contención del crecimiento del gasto famnacéutico" para darse de baja después, una vez que "desde la Administración le comunicaron la cantidad que debía satisfacer, dado el crecimiento experimentado por su laboratorio".

Para IF Cantabria, el pacto suscrito con la Administración penaliza el crecimiento y defiende que hay otros métodos de contener el gasto farmacéutico, como bajar los precios.

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