Cortina, las dos pesetas y la política de Exxon

Alfonso Cortina, presidente de Repsol, y Juan Sancho Rof, responsable del área comercial, dieron ayer el paso decisivo para iniciar una competencia efectiva que beneficie al consumidor. Bajar el litro en una peseta como mínimo es un gesto que puede iniciar una guerra comercial continuada, un beneficio evidente para los consumidores... y consecuencias muy serias. Al margen que coincida con que los resultados semestrales de Repsol cayeron el 1%.Para Repsol, el coste, al menos en lo que queda de año, equivale a una buena campana de publicidad. "Queremos que quede claro el mensaje de que el mercad...

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Alfonso Cortina, presidente de Repsol, y Juan Sancho Rof, responsable del área comercial, dieron ayer el paso decisivo para iniciar una competencia efectiva que beneficie al consumidor. Bajar el litro en una peseta como mínimo es un gesto que puede iniciar una guerra comercial continuada, un beneficio evidente para los consumidores... y consecuencias muy serias. Al margen que coincida con que los resultados semestrales de Repsol cayeron el 1%.Para Repsol, el coste, al menos en lo que queda de año, equivale a una buena campana de publicidad. "Queremos que quede claro el mensaje de que el mercado de los carburantes en España va a ser muy duro; ya se verá quien puede aguantar", explicaron en la compañía. La ofensiva será selectiva; más intensa. en el litoral mediterráneo y en las proximidades de hipermercados.

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Hay otro mensaje implícito que puede justificar la rebaja. Repsol, primer grupo petrolero y petroquímico español, es capaz de iniciar "una competencia auténtica" y beneficiar así al consumidor sin necesidad de modificar la estructura de precios, es decir, sin cuestionar las dos pesetas -incorporadas al precio final para definir un sistema de precios máximos- que tanto quiere como tributo Economía. El gesto defiende pues indirectamente las posiciones de Industria.

De paso, Repsol estimulará la venta de su gasolina sin plomo (la venta global de gasolinas desciende, pero la de gasolina sin plomo aumenta, más del 19%). La política de rebaja de precios estrecha los márgenes de la competencia y tiende a expulsar del mercado a las pequeños. Es la táctica de Exxon en el Reino Unido; Esso bajó los precios en 1995, expulsó a los pequeños y recuperó a los supermercados parte de la cuota perdida.

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