Despacho en la sexta planta

Fuentes de la consejería vasca del Interior argumentaron ayer que disponer de un espacio fijo de trabajo en la Audiencia Nacional redundará en una mayor fluidez de las comunicaciones y trabajos entre la Ertzaintza y los jueces.Hasta ahora, los atestados y los trabajos de investigación ordenados por los diferentes magistrados de ese órgano se realizaban en Bilbao, y algunos papeles, ocasionalmente, se rellenaban en el hotel de Madrid en el que se hospedaban los ertzainas asignados como policía judicial.

A partir de ahora, la Ertzaintza cuenta con vanos ordenadores instalados en e...

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Fuentes de la consejería vasca del Interior argumentaron ayer que disponer de un espacio fijo de trabajo en la Audiencia Nacional redundará en una mayor fluidez de las comunicaciones y trabajos entre la Ertzaintza y los jueces.Hasta ahora, los atestados y los trabajos de investigación ordenados por los diferentes magistrados de ese órgano se realizaban en Bilbao, y algunos papeles, ocasionalmente, se rellenaban en el hotel de Madrid en el que se hospedaban los ertzainas asignados como policía judicial.

A partir de ahora, la Ertzaintza cuenta con vanos ordenadores instalados en el despacho de la sexta planta de la Audiencia Nacional que les ha asignado el magistrado Baltasar Garzón.

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El consejero vasco del Interior, José Manuel Martiarena, aclaró ayer que la policía autonómica vasca está colaborando con el juez Garzón en un caso, y puntualizó que hace dos meses que el magistrado gestionó, el despacho para que la Ertzaintza realizara su trabajo, dado que la investigación "llevaría largo tiempo". Añadió que el encargo se refiere a un trabajo de "refundición informática de investigaciones anteriores" y los agentes preparan el material para el trabajo de Garzón "en calidad de policías judiciales".

En su edición de ayer, el diario Abc interpretó los hechos como un acto de espionaje porque el "ámbito de actuación de la Ertzaintza", sostenía el rotativo, "se limita al País Vasco".

Según esa tesis, la presencia de varios agentes en las dependencias del juez Garzón, agravada porque era tarde y no había funcionarios, y cuando además el juez estaba de vacaciones, sólo podía conducir a "un oscuro caso de espionaje judicial".

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El diario aseguraba que "no existe ninguna razón que pueda justificar la presencia de los agentes de la policía autónoma en la sede de un juzgado de la Audiencia Nacional", y subrayaba que "ninguna misión legítima les puede conducir allí". Concluían, en definitiva, que se trataba de un escándalo y "una grave cuestión de Estado".

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