Sólo tres autonomías tienen normativa para las agencias de adopción internacional

A seis meses de aprobada la ley, las dos únicas entidades que gestionan están en Barcelona

Tras la aprobación el pasado año de Ley del Menor, que abre en España el camino a las agencias privadas de adopción internacional, sólo tres comunidades autónomas han adaptado su normativa: Cataluña, Galicia y Navarra. El resto todavía está en tramitación. Las dos únicas entidades habilitadas funcionan en Barcelona. Mientras, las agencias aspirantes no pueden legalmente más que ofrecer información. Las peticiones de adopción de niños extranjeros se han disparado. Los españoles, ante la dificultad de adoptar un niño nacional, buscan en otro país colmar la aspiración de ser padres.

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Tras la aprobación el pasado año de Ley del Menor, que abre en España el camino a las agencias privadas de adopción internacional, sólo tres comunidades autónomas han adaptado su normativa: Cataluña, Galicia y Navarra. El resto todavía está en tramitación. Las dos únicas entidades habilitadas funcionan en Barcelona. Mientras, las agencias aspirantes no pueden legalmente más que ofrecer información. Las peticiones de adopción de niños extranjeros se han disparado. Los españoles, ante la dificultad de adoptar un niño nacional, buscan en otro país colmar la aspiración de ser padres.

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Las comunidades autónomas más diligentes a la hora de adaptar la normativa a la Ley del Menor, aprobada en diciembre de 1995, que regule las entidades colaboradoras de adopción internacional, han sido Cataluña, Galicia y Navarra. Las demás, están "a punto" de hacerlo. Mientras tanto, las agencias que ya están instaladas no pueden legalmente más que informar sobre adopción, y otra lista repartida por todas las comunidades autónomas espera echar a andar en cuanto aprueben el decreto regulador."Van a cumplir un gran papel [las agencias] y van a ser muy importantes", afirman fuentes del servicio de adopción de Navarra, "ya que el gran problema es que la tramitación para adoptar un niño internacional es muy complicada y así se facilitará mucho. Además garantizarán que los padres no caigan en manos de cualquiera en el otro país". Detrás de la adopción internacional siempre merodean dos peligros: el tráfico de niños, y el pago de peaje a funcionarios de otros países sabedores de que el afán de ser padres no tiene precio. "En adopción la clave es tener mucha cautela, no sirve sólo la buena intención", afirma un técnico de la Junta de Andalucia.

La adopción internacional pasó de ser residual a dispararse en los dos últimos años. Cataluña recibió el año pasado 815 solicitudes internacional frente a 408 nacionales, y Navarra ha pasado en cinco años de tres demandas a 150. "Una avalancha", opinan en el servicio de adopción.

Los motivos son varios: España tiene el índice de natalidad (1,2) más bajo del mundo y el camino de adopción nacional es una dura prueba que puede con el ansia de muchos padres. Un dato demoledor: adoptar un bebé en Madrid cuesta 10 años. Y España está dejando de ser un país productor de niños susceptibles de adopción.

"Aunque suene un poco drástico, a ningún país le interesa ser exportador de niños ya que significa que no les puede atender", afirma el técnico andaluz, que añade que el futuro de la adopción se centrará en la internacional y en el Tercer Mundo. Los españoles, por una cuestión de afinidad cultural, se inclinan preferentemente por niños latinoamericanos, con Colombia a la cabeza muy por delante de Chile, Brasil y Perú. Sin embargo, españoles con hijos indios y chinos comienzan a formar parte del paisaje habitual.

Porque esta cuestión tampoco se escapa a las modas: la emisión en TVE en 1995 de Las habitaciones de la muerte, sobre un orfanato chino, provocó un aluvión de peticiones de niños chinos. "Parece que hasta entonces no nos enterábamos de que había niños del Tercer Mundo". Otros se animan al ver el niño adoptado de sus vecinos. "Después del impacto emocional algunos se descolgaron porque según pasa el tiempo va decayendo el interés", admiten en el servicio de adopción andaluz.

Sin ánimo de lucro

"Lo importante es que todo sea legal y que los padres puedan consultar con nuestros especialistas, para trabajar los sentimientos internos que desencadena una adopción", afirma Esther Domínguez, coordinadora de la agencia catalana ADDIA.El ideal de los padres está en elegir lactantes y sanos, pero las prisas provocan concesiones y la tendencia es admitir de 6 y 7 años y con enfermedades curables. El niño estará en casa aproximadamente en dos años. El precio de adopción de un niño internacional, a través de una agencia -que surgen sin ánimo de lucro y se financian con las cuotas de los padres-, gira en torno a 700.000 pesetas, sin contar el viaje y la estancia de un mes para recoger al niño.

Las dos únicas agencias que gestionan adopciones internacionales están en Barcelona. ADIDIA (tfno. 93-207 11 00), acreditada para Bolivia y Colombia, gestiona 80 adopciones, en su mayoría parejas sin hijos, pero también dos hombres. AAIM (93-487 29 12), acreditada para Nicaragua, ha solicitado Ecuador. Las que informan son, en Barcelona, AJUDA'M (93-414 54 44) para Colombia, y ADOPTA (93-215 15 36) para Perú; en Gerona AAF (972-24 19 08) para India; en Alicante ACPC (96-512 65 01) para Colombia; y en el País Vasco, UNE ALAIA (94-615 65,25); en Galicia, el Colectivo Gallego del Menor (981-13 54 44).

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