Tribuna:

Peatón

El imparable exterminio del peatón. Así se titulaba el coloquio que celebró el otro día en el Círculo de, Bellas Artes, el Club de Debates Urbanos. Había arquitectos, urbanistas, miembros de asociaciones cívicas y mucha gente interesada en el presente problemático y el nada prometedor futuro de los peatones en nuestra ciudad. Y estaba presente el presidente del Club, el arquitecto Ricardo Aroca, hombre de barba espesa e ideas claras.Hubo críticas, sobre todo para los conductores, dominadores de la ciudad y depredadores del peatón. Pero también las hubo para los peatones, tan indisciplinado...

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El imparable exterminio del peatón. Así se titulaba el coloquio que celebró el otro día en el Círculo de, Bellas Artes, el Club de Debates Urbanos. Había arquitectos, urbanistas, miembros de asociaciones cívicas y mucha gente interesada en el presente problemático y el nada prometedor futuro de los peatones en nuestra ciudad. Y estaba presente el presidente del Club, el arquitecto Ricardo Aroca, hombre de barba espesa e ideas claras.Hubo críticas, sobre todo para los conductores, dominadores de la ciudad y depredadores del peatón. Pero también las hubo para los peatones, tan indisciplinados como los que circulan en coche. Se llegó a decir que hay un tipo de peatón que se cree que es un coche y va atropellando a la gente. Un interviniente dijo que el conductor más avasallador corresponde al perfil de una chica de menos de 30 años. "Las mujeres cuidan mucho el coche y su ingenieria, pero no se preocupan por lo que tienen delante cuando conducen". Estas afirmaciones suscitaron protestas en lo que en Madrid solía llamarse el sector femenino".

La pintura que se hizo de las miserias del peatón madrileño fue dramática: apenas se puede pasar entre los coches aparcados; se juega uno la vida cuando se cruza cualquier calle; los pasos peatonales no están dispuestos en línea recta cuando hay que cruzar varias calles sino que, después de haber pasado por uno de ellos, hay que andar mucho hasta encontrar el otro. Y hay más: las aceras están llenas de obstáculos en forma de muebles urbanos, anuncios o toldos de tiendas a la altura de las sienes del viandante. Se sugirió la creación de una red peatonal, como se ha hecho en algunas ciudades como San Sebastián u Oviedo.

La batalla se libra en el centro de Madrid, crecientemente invadido por los coches. Seguimos el modelo americano: los peatones confinados a "reservas". Una de las intervinienies representaba a la Asociación Madrid a Pie (quede dicho por si alguien quiere inscribirse). El Ayuntamiento no se fue de vacío. Se pidió unánimemente al señor alcalde que nombrase un concejal del peatón".

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