Las 'vacas locas' contaminarán la cumbre de Florencia

ENVIADO ESPECIAL "Ha sido un cónclave, pero, a diferencia de los que se celebran en esta ciudad, no ha arrojado, ni fumata bianca ni fumata nera". Así resumió el presidente de la Comisión, Jacques Santer, la reunión especial de ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE), convocada para salvar la cumbre de Florencia de jefes de Estado y de Gobierno, los próximos viernes y sábado. El cónclave no pudo zanjar la crisis de las vacas locas británicas, que, por tanto, contaminará el inminente Consejo Europeo. Pero no ha sido una catástrofe. Al contrario, ha sentado las bases para Regar, en Flo...

ENVIADO ESPECIAL "Ha sido un cónclave, pero, a diferencia de los que se celebran en esta ciudad, no ha arrojado, ni fumata bianca ni fumata nera". Así resumió el presidente de la Comisión, Jacques Santer, la reunión especial de ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE), convocada para salvar la cumbre de Florencia de jefes de Estado y de Gobierno, los próximos viernes y sábado. El cónclave no pudo zanjar la crisis de las vacas locas británicas, que, por tanto, contaminará el inminente Consejo Europeo. Pero no ha sido una catástrofe. Al contrario, ha sentado las bases para Regar, en Florencia, al acuerdo sanitario y al desbloqueo político de la UE.

¿Cuántas son las piezas del acuerdo? Cuatro. Primera: endurecer el plan de erradicación de la enfermedad con más sacrificios_. Segunda: aprobar el marco general que establece la cadencia -no el calendario para levantar, por etapas, el embargo sobre el vacuno británico. Tercera: la renuncia por el Reino Unido al boicoteo de las actividades de la UE, su vuelta al redil. Y cuarta: reforzar los "criterios científicos" de protección a la salud humana y animal como clave de bóveda de todo el proceso.En todas ellas se produjo ayer una gran aproximación de posiciones. Pero son interdependientes. El desacuerdo en el detalle de una puede romper el consenso en las demás, provocando un efecto castillo de naipes. Y ya se sabe que el diablo está en el detalle. Además, quedan sólo 72 horas para la cumbre: tres escasos días para que cada cardenal cumpla su parte pueda salir el humo blanco.

Esa presión actúa como ariete del acuerdo. De lo contrario, si Florencia fracasa, la UE se abocará a, un agujero negro. En eso fueron unánimes. 'Si Londres no ceja el¡- su boicoteo, entraremos en una verdadera crisis, si es que su actitud no tiene antes repercusiones internas" en el Reino Unido, dijo el francés Michel Barnier, refiriéndose a los fatales sondeos de opinión y a una posible caída de John Major. "Si o hay acuerdo, la crisis contiuará y no será un problema británico, sino de todos, porque impedirá restablecer la confianza de los ciudadanos, por eso debemos llegar a un acto este fin de semana", terció el secretario del Foreign Office, Malcolm Rifkind. "Debemos evitar que las vacas nos aboquen a una crisis política más amplia este verano" añadió el alemán Klaus Kinkel.

Las cuatro piezas del pacto puedan hoy así:

Endurecer el plan de erradicación. La Comisión exige que el "sacrificio selectivo" urgente de las vacas más proclives a la enfermedad se amplíe hasta las nacidas en 1989. Otros países exigen más, hasta 1988, pues el 30% de víctimas se ha detectado en animales de siete años de edad.

Londres se resistía a endurecer su plan (100.000 animales más), que sólo prevé el sacrificio de vacas nacidas entre 1990 y 1993 (80.000). El total de sacrificios en cuatro años ascenderá a un millón. Pero ayer Rifkind trasladó su problema a los Comunes: "El Parlamento debería aprobar [el endurecimiento, pues aprobó el plan original], y por tanto necesitamos argumentos sólidos para justificar el aumento del número de sacrificios" y convencerle.

A Londres, "las modificaciones no le parecen inaceptables", concluyó el presidente de turno, Lamberto Dini. El día clave es mañana, cuando se reúna en Bruselas el Comité Veterinario Permanente.

Aprobación del marco general o paquete de condiciones (sin calendario prefijado) para que los Quince levanten el embargo sobre las exportaciones de vacuno británicas.

Santer hizo suya la matriz del proyecto presentado por Londres, aunque la endureció. Aseguró que las exportaciones del Reino Unido a terceros países (que también fueron prohibidas piara que no entrasen de matute en la UE) sólo se autorizarán "paralelamente" y no antes que las ventas a los Quince; y que "todas las decisiones pasarán por el Comité Veterinario", es decir, cada escalón de levantar el embargo sobre un producto pasará por el cedazo de los Quince, una "doble llave" exigida por varios, entre otros, el español Abel Matutes.

La Comisión se dispone a aprobar hoy, en Estrasburgo, este marco general, aunque Santer advirtió: "Que nadie se haga ilusiones, no lo propondremos si el Reino Unido continúa en su política de obstrucción [boicoteo]". Esta aprobación es para Rifkind "trascendental".

Boicoteo del Reino Unido. "Lo levantaremos en cuanto el marco general esté aprobado" [no sólo por la Comisión, sino también por los Quince a nivel político, que no se reúnen hasta Florencia], dijo Rifkind, quien anunció, indirectamente, que no boicoteará el acuerdo de asociación con Chile y -según dijo Barnier- tampoco el acuerdo de Europol, que dará vida al FBI de la Unión Europea-. El problema es el, del, huevo y la gallina. ¿Quién hace el primer gesto: los Quince aprueban el marco general o Londres desiste del boicoteo? ¿O ambos a la vez?

Reforzamiento de los criterios científicos. La Comisión decidirá hoy crear un comité pluridisciplinar -incluyendo a médicos- para que refuerce al Comité Veterinario. Todos están de acuerdo ahora en escudarse en los científicos. Así, los políticos rehúyen derivaciones como las de la colza española o la sangre contaminada francesa. Para Barnier, esta "actitud unánime" (se refería a que Londres también la asume) es "un cambio esencial".