Los islamistas reciben de nuevo el encargo de formar gobierno en Turquía

El presidente turco, Suleimán Demirel, encargó ayer al líder islamista Necmettin Erbakan la tarea de formar Gobierno, si bien los analistas políticos señalan que las posibilidades de conseguirlo son bastante pocas. El islamista Partido del Bienestar (RP) es el mayor grupo parlamentario, pero no tiene la mayoría absoluta, y es muy improbable que sea capaz de atraer a otros socios para componer una coalición.

Turquía se encuentra en plena parálisis política después de que Mesut Yilmaz, primer ministro de la coalición conservadora minoritaria integrada por su Partido de la Madre Patria (AN...

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El presidente turco, Suleimán Demirel, encargó ayer al líder islamista Necmettin Erbakan la tarea de formar Gobierno, si bien los analistas políticos señalan que las posibilidades de conseguirlo son bastante pocas. El islamista Partido del Bienestar (RP) es el mayor grupo parlamentario, pero no tiene la mayoría absoluta, y es muy improbable que sea capaz de atraer a otros socios para componer una coalición.

Turquía se encuentra en plena parálisis política después de que Mesut Yilmaz, primer ministro de la coalición conservadora minoritaria integrada por su Partido de la Madre Patria (ANAP) y el Partido de la Recta Vía (DYP), presentara el jueves la dimisión, de la cual acusó a la líder de esta segunda fuerza, Tansu Çiller. Con esa decisión, Yilmaz eludió una moción de confianza en el Parlamento, que estaba previsto ser votada hoy y que con toda seguridad tenía perdida.El Gobierno apenas pudo funcionar por las rencillas personales entre Yilmaz y Çiller y las discrepancias sobre la mejor táctica para tener apartados del poder a los islamistas. "Por desgracia, se produjo una crisis por razones que tienen que ver con Çiller y su negativa a aceptar la prerrogativa parlamentaria de investigar [su patrimonio personal]", manifestó Yilmaz.

Después de reunirse con todos los dirigentes políticos, el presidente Demirel decidió convocar a última hora de ayer a Erbakan y encargarle, en calidad de líder del partido más votado en las elecciones legislativas del pasado 24 de diciembre, que trate de formar Gobierno. Demirel afirmó que ningún grupo político con el que se había entrevistado desde la dimisión de Yilmaz había sido capaz de transmitirle una fórmula de coalición viable. "Nadie me ha propuesto un Gobierno con capacidad de lograr el voto de confianza parlamentaria", subrayó el jefe del Estado.

La legislación turca establece que el presidente de la República tiene la facultad de designar un Ejecutivo y convocar elecciones anticipadas, en caso de que ningún líder político pueda formar Gobierno en un plazo máximo de 45 días.

"Las posibilidades de que Erbakan llegue a ser primer ministro no son muchas", anticipó ayer en un artículo el diario Sabah, que simpatiza con Çiller. La ex primera ministra ha propuesto la creación de un bloque cuatripartito que deje fuera a los islamistas, pero los otros grupos de oposición se muestran divididos al respecto.

La alianza sugerida por Çiller tendría que conseguir el respaldo de dos partidos de extrema izquierda rivales, que dirigen el antiguo ministro de Asuntos Exteriores Deniz Baikal y el ex primer ministro Bulent Ecevit. Estas dos formaciones han mantenido fuertes discrepancias con el bloque conservador, y en especial con Çiller por su política económica en favor del libre mercado. Yilmaz se reunió poco después de dimitir con Baikal y Ecevit con la intención de explorar las posibilidades de sacar adelante esa gran coalición y alejar el fantasma de unos nuevos comicios.

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Erbakan no se ha desanimado ante la tarea casi imposible de atraer socios políticos. Poco después de recibir la tarea de manos del presidente del país, el líder del RP declaró: "Podemos trabajar con buenas intenciones con todos los partidos representados en el Parlamento". No obstante, puntualizó que su grupo excluye toda posibilidad de alianza que implique que él no sea el futuro primer ministro turco. Erbakan fracasó ya en enero cuando el presidente le encomedó igual tarea.

"Estamos creciendo más rápidamente en la oposición, pero anteponemos los intereses nacionales a los del partido", declaró el líder islamista al recordar el triunfo en las elecciones municipales parciales celebradas el pasado domingo en las que el RP fue la formación más votada, con más del 30% de apoyo.

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