HACIA LA PAZ EN EL ULSTER

Londres y Dublín intentan un acuerdo para forzar un alto el fuego del IRA

El cómo y el cuándo se producirá el desarme del Ejército Republicano Irlandés (IRA) provisional, en el contexto de las negociaciones de paz que se iniciarán el próximo lunes, se han convertido en el último escollo para que Londres y Dublín alcancen un acuerdo total sobre el calendario negociador. El tiempo apremia, pero la cuestión es lo bastante delicada como para que ayer los dos ministros que elaboran el programa, el británico Patrick Mayhew y el irlandés Dick Spring, concluyeran en Londres su tercer encuentro sin acuerdo. No obstante, el primer ministro irlandés, John Bruton, aseguró ayer ...

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El cómo y el cuándo se producirá el desarme del Ejército Republicano Irlandés (IRA) provisional, en el contexto de las negociaciones de paz que se iniciarán el próximo lunes, se han convertido en el último escollo para que Londres y Dublín alcancen un acuerdo total sobre el calendario negociador. El tiempo apremia, pero la cuestión es lo bastante delicada como para que ayer los dos ministros que elaboran el programa, el británico Patrick Mayhew y el irlandés Dick Spring, concluyeran en Londres su tercer encuentro sin acuerdo. No obstante, el primer ministro irlandés, John Bruton, aseguró ayer que espera consensuar los últimos detalles con su homólogo británico, John Major, en las próximas 24 horas.

Los contactos angloirlandeses se vieron oscurecidos por el anuncio hecho por un portavoz del IRA la noche anterior de que una nueva tregua "es extremadamente improbable".Ha comenzado la cuenta atrás en el camino hacia la mesa negociadora, momento clave en el proceso de paz del Ulster. El próximo 10 de junio, representantes de los 10 partidos más votados en las elecciones celebradas la semana pasada en Irlanda del Norte se sentarán a discutir en Belfast sobre el futuro de la provincia, con una agenda concreta que intentan elaborar sobre la base del acuerdo los dos Gobiernos que tutelan la paz, Londres y Dublín. Todo es negociable, en principio, pero el escollo sigue siendo el de aceptar en la mesa a los partidos que representan a los grupos paramilitares sin que éstos hayan entregado un solo fusil. En el caso del Sinn Fein, partido ligado al IRA, ni siquiera se da otra condición indispensable: un nuevo alto el fuego de los provisionales.

En esta recta final hacia la mesa negociadora surcada de dificultades, los Gobiernos británico e irlandés lograron ayer "progresos sustanciales" en la elaboración de un calendario para el desarme del IRA, que pueda forzar a la organización a ofrecer la esperada tregua. Quedan flecos pendientes de resolver, como elegir quién presidirá las conversaciones de paz y detalles inherentes al desarme.

El pasado sábado, el ministro para Irlanda del Norte, Patrick Mayhew, dio un primer paso en el acercamiento a una solución de compromiso, anunciando que el Sinn Fein será aceptado en la mesa negociadora sin que el IRA haya entregado una sola pistola. Habrá una moratoria, aparentemente hasta septiembre próximo, durante la cual no se mencionará en las conversaciones el tema del desarme. La propuesta ha sido aceptada contra todo pronóstico por David Trimble, líder del Partido Unionista del Ulster, el grupo protestante mayoritario en el Ulster, tras una larga entrevista con el primer ministro británico, John Major. En cuanto a la presidencia de la mesa negociadora, todo apunta a que será el ex senador norteamericano George Mitchell, autor del informe del mismo nombre en el que se abordaban las posibilidades de lograr el desarme y el compromiso con los métodos democráticos de los grupos paramilitares en el Ulster, el que la encabece.

Sin embargo, este bonito programa de actos será papel mojado si el IRA no se decide finalmente a ofrecer una nueva tregua, única vía de acceso del Sinn Fein a las negociaciones. Un portavoz del IRA declaró que la tregua "es extremadamente improbable" en una llamada a la BBC en Belfast. Hasta el final quedará la incógnita de si el partido republicano se presentará en las negociaciones pese a no estar invitado, sobre la base exclusiva del apoyo electoral obtenido el jueves pasado, o si, finalmente, habrá tregua de los provisionales. Lo cierto, sin embargo, es que el IRA nunca aceptó la posibilidad de entregar las armas al comienzo, sino al final de las negociaciones de paz.

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