Tribuna:

Desviación

El IPC de abril superó en dos centésimas las previsiones de los analistas y sumió a los inversores en el desconcierto, circunstancia a la que hubo que añadir el escaso crecimiento en los resultados de Repsol, de los que también se esperaba más. El aluvión de papel llegó al mercado cuando todo el mundo dudaba sobre qué decisión tomar y el descalabro en el precio de la petrolera incidió con fuerza en el ambiente. Repsol negoció más de tres millones de acciones y la absorción de papel por parte de algunas instituciones no pudo impedir que su cotización cediera un 2,97%.El desconcierto de los inve...

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El IPC de abril superó en dos centésimas las previsiones de los analistas y sumió a los inversores en el desconcierto, circunstancia a la que hubo que añadir el escaso crecimiento en los resultados de Repsol, de los que también se esperaba más. El aluvión de papel llegó al mercado cuando todo el mundo dudaba sobre qué decisión tomar y el descalabro en el precio de la petrolera incidió con fuerza en el ambiente. Repsol negoció más de tres millones de acciones y la absorción de papel por parte de algunas instituciones no pudo impedir que su cotización cediera un 2,97%.El desconcierto de los inversores encontró un buen punto de apoyo en Wall Street, mercado que valoró positivamente un IPC del 0,4% en abril y que ganaba 38 puntos en media hora, que, sumados a los 64 que subió el día anterior, ofrecían la mejor cara de la volatilidad.

El mercado de deuda estuvo muy indeciso durante toda la sesión, con una pequeña recuperación en el precio de contado y una gran volatilidad en el futuro, aunque también consiguió terminar al alza. El índice general de Madrid subía al cierre un 0,13% y el Ibex 35 el 0,15%.

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