Portugal considerará como delito el trabajo realizado por menores

En lo que va de año se han detectado más casos de niños explotados que en 1995

Sólo en los cuatro primeros meses de este año han sido detectados en Portugal más casos de menores explotados ilegalmente que en todo 1995. El secretario de Estado de Trabajo, Monteiro Fernandes, ha reconocido que lo descubierto es sólo "la punta de un iceberg". El Gobierno socialista se plantea revisar la ley para convertir en delito el trabajo infantil y sancionar estrictamente a los patrones. En Salamanca concluyó el domingo el Simposio Internacional sobre la Convención de los Derechos del Niño hacia el siglo XXI, con una resolución que apela a la participación de los niños.

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Sólo en los cuatro primeros meses de este año han sido detectados en Portugal más casos de menores explotados ilegalmente que en todo 1995. El secretario de Estado de Trabajo, Monteiro Fernandes, ha reconocido que lo descubierto es sólo "la punta de un iceberg". El Gobierno socialista se plantea revisar la ley para convertir en delito el trabajo infantil y sancionar estrictamente a los patrones. En Salamanca concluyó el domingo el Simposio Internacional sobre la Convención de los Derechos del Niño hacia el siglo XXI, con una resolución que apela a la participación de los niños.

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Eduardo, de 15 años, ha trabajado ya como leñador en una empresa de calzado y ahora corta piedra en una cantera. Su patrón le paga la mitad del sueldo y su madre juró pagar la multa correspondiente si a Eduardo le descubría alguna inspección. Eduardo ya ha tenido que huir una vez.Portugal se avergüenza de la explotación infantil. Los esfuerzos del Gobierno para acabar con la contratación ilegal de los menores no han tenido frutos. El problema se ha recrudecido en el norte, el área más industrializada y también más deprimida. Los empresarios del calzado son los principales explotadores de menores, quienes para evitar el control recogen las piezas necesarias en un lugar predeterminado y trabajan en casa.

El juez del Tribunal de Trabajo, Alberto Campinho, ha reconocido que "las imágenes de niños mal vestidos y mal alimentados caminando hacia las empresas del calzado o a obras en construcción comienzan a difundirse por Europa y los boicoteos a los productos realizados por menores portugueses comienzan a anunciarse en algunos países de la UE".

Marco legal

Portugal es uno de los pocos países de la Unión Europea que todavía no ha suscrito la convención de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que estipula los 18 años como edad mínima de acceso al mercado de trabajo, aunque se admita en ella que los jóvenes con edades inferiores puedan desarrollar labores ocasionales o leves. No obstante, los gobernantes socialistas portugueses han admitido que la ratificación del convenio está en marcha y se firmará en breve.

El nuevo Gobierno socialista estudia un nuevo proyecto de ley que criminalice a los explotadores de mano de obra infantil, como solicitan las centrales sindicales, y prepara un decreto que sancione con multas más duras a los empresarios. Las dificultades económicas de las familias portuguesas de las zonas más deprimidas del país provocan que los niños abandonen las escuelas incluso antes de concluir la enseñanza obligatoria y ayuden a la maltrecha economía familiar.

La participación de los niños es el punto decisivo "para provocar una revolución positiva del comportamiento humano", según una de las resoluciones establecidas en la denominada Declaración de Salamanca, con cuya lectura por una niña y un niño terminó el pasado domingo el Simposio Internacional sobre la Convención de los Derechos del Niño hacia el siglo XXI, inaugurado por la reina Sofía, informa Ignacio Francia. Entre las recomendaciones se incluye la que pide "reconocer los derechos económicos y sociales como verdaderos derechos y no sólo como aspiraciones", así como proteger firmemente los derechos de las niñas y dedicar la máxima atención a la situación de los niños afectados por los conflictos bélicos.

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