Cartas al director

Admirable vendedor de 'La Farola'

Me gustaría manifestar mi admiración por un vendedor de La Farola, el periódico de los sin casa.Este vendedor se encuentra entre la plaza Mayor y el mercado de San Miguel, frente a una antigua tienda de variantes muy conocida en la zona.

Día tras día, haga frío o calor, esta persona se mantiene ahí, de pie durante horas, intentando vender algunos periódicos que le posibilitarán poder pagar la pensión donde dormir esa noche.

Esta mañana me comentaba que la venta va muy mal y empieza a tener dificultades para pagar la pensión. Teme al futuro, teme que llegue el momento que n...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Me gustaría manifestar mi admiración por un vendedor de La Farola, el periódico de los sin casa.Este vendedor se encuentra entre la plaza Mayor y el mercado de San Miguel, frente a una antigua tienda de variantes muy conocida en la zona.

Día tras día, haga frío o calor, esta persona se mantiene ahí, de pie durante horas, intentando vender algunos periódicos que le posibilitarán poder pagar la pensión donde dormir esa noche.

Esta mañana me comentaba que la venta va muy mal y empieza a tener dificultades para pagar la pensión. Teme al futuro, teme que llegue el momento que no la puede pagar y se vea durmiendo en la calle de nuevo.

Es cierto que todos tenemos dificultades para atender nuestras necesidades, pero ¿tan difícil es invertir 400 pesetas al mes (La Farola es quincenal) y ayudar así a algunas personas a vivir un poco, más dignamente?, en definitiva, esa iniciativa es la única existente que está proporcionando un trabajo a muchas personas sin hogar y sin familia. Sólo tendríamos que dejar de beber un par de cañas de cerveza.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En