Cartas al director

Querer y no poder

En este país ser licenciado no tiene nada de especial, lo sé y lo asumo, pero además en el arduo y tortuoso camino que te puede llevar, si Dios quiere, la fortuna te sonríe y queda alguna vacante después del enchufe correspondiente, a encontrar un puesto de trabajo, empleo, curre o como se le quiera llamar. Pero existe un obstáculo, no insalvable pero desmoralizador, que es el servicio militar pendiente o prestación social sustitutoria pendiente. Acaso no es una discriminación por razón de circunstancia personal o social no poder aspirar a un puesto de trabajo por ese motivo. Qui...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En este país ser licenciado no tiene nada de especial, lo sé y lo asumo, pero además en el arduo y tortuoso camino que te puede llevar, si Dios quiere, la fortuna te sonríe y queda alguna vacante después del enchufe correspondiente, a encontrar un puesto de trabajo, empleo, curre o como se le quiera llamar. Pero existe un obstáculo, no insalvable pero desmoralizador, que es el servicio militar pendiente o prestación social sustitutoria pendiente. Acaso no es una discriminación por razón de circunstancia personal o social no poder aspirar a un puesto de trabajo por ese motivo. Quizá no supone un mayor gasto el que deben realizar las familias de los reclutas (dinero que dejan de ganar y dinero extra que gastan) que un ejército profesional. Tal vez no sería una forma de extender el Estado de bienestar a un espectro más amplio dé población si se suprimiera ese obstáculo.Mientras tanto, puedes seguir en ese estado de querer y no poder, productor de ansiedad, viendo pasar algunas oportunidadEs que seguramente cuando puedas no pasen o pasen de largo.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En